El Papa Francisco ha nombrado Camarlengo de la Santa Iglesia
Romana al Cardenal Jean Louis Tauran, Presidente del Pontificio Consejo
para el Diálogo Interreligioso, que fue además quien tuvo el encargo de
anunciarle al mundo la elección del Santo Padre en marzo de 2013 con el
tradicional “¡Habemus Papam!”.
Pocos saben que las dificultades del Purpurado francés para hacer el
anuncio de la elección del Papa Francisco al final del Cónclave se
debieron al parkinson que sufre desde abril de 2012.
Nacido en Burdeos (Francia), el Cardenal Tauran habla castellano, inglés
e italiano y es miembro del cuerpo diplomático del Vaticano desde 1975.
Como presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso
y, gracias entre otros puntos a su dilatada experiencia internacional,
es el principal encargado de las relaciones con el mundo musulmán.
El Santo Padre ha nombrado también como Vicecamarlengo de la Santa
Iglesia Romana a Mons. Giampiero Gloder, Nuncio Apostólico y Presidente
de la Pontificia Academia Eclesiástica.
El nombramiento del Cardenal Tauran como Camarlengo cesa en el cargo al Cardenal Tarcisio Bertone,
que ostentaba el cargo desde el año 2007. El también Secretario Emérito
del Estado Vaticano, acaba de cumplir 80 años el pasado 2 de diciembre y
ya no participaría, además, de un eventual Cónclave para la elección
del nuevo Papa.
¿Qué hace el Camarlengo?
El origen del término Camarlengo, proveniente de "camerarius", se
remonta al siglo XII, y era el encargado de la "Camera thesauraria", la
cámara del tesoro, actualmente conocida como Cámara Apostólica, que si
bien originalmente tenía una función de administración de bienes
temporales de la Santa Sede,
actualmente funciona únicamente durante la sede vacante, es decir,
durante el tiempo que transcurre entre la muerte del Papa y la elección
en el Cónclave de su sucesor.
El cargo de Camarlengo recaía con frecuencia en un Cardenal, pero esto
no fue obligatorio hasta el siglo XVI. Siempre fue asistido por un vice
camarlengo, un auditor general y los "clérigos prelados", además de un
notario.
El Papa Pablo VI, en 1967, con la Constitución Apostólica "Regimini
ecclesiae universiae", señaló que la Cámara Apostólica conservaría las
funciones de cuidar y administrar los bienes y derechos temporales de la
Santa Sede durante el periodo de sede vacante. Estos deberes fueron
confirmados por la Constitución Apostólica "Pastor bonus", de San Juan Pablo II, en 1988.
De acuerdo a la Constitución Apostólica "Universi dominici gregis"
de 1996, que norma el Cónclave, el Camarlengo y el Penitenciario Mayor
son los únicos jefes de dicasterio vaticanos cuyas funciones no
concluyen al iniciar la sede vacante.
Una de las primeras acciones del entonces Camarlengo, el Cardenal Bertone, en febrero de 2013 luego de la renuncia de Benedicto XVI, fue sellar los aposentos pontificios en el Vaticano.