Queridos todos:
Párrocos y sacerdotes, catequistas y los que trabajáis y ofrecéis tiempo y esfuerzos, vida y corazón a las tareas de la catequesis y la educación de la fe de niños, adolescentes, jóvenes y adultos.

Soy Miguel, sacerdote de esta diócesis compostelana. Como muchos ya sabéis, recientemente el Sr. Arzobispo me nombraba Director del Secretariado Diocesano de catequesis. Agradezco, en primer lugar, la confianza mostrada en este gesto. Pero, de forma más concreta, mi gratitud se dirige a todos los que han formado y forman parte de esta Delegación. Particularmente, agradezco a Eugenio el rico legado que durante todos estos años ha compartido con nuestra Diócesis, y que yo mismo comencé a recibir en sus clases. Tras mis años de formación, ha llegado  el momento de recoger su testigo y probar a llevarlo unos metros más adelante en esta carrera por la nueva evangelización que juntos estamos recorriendo.

Quiero que sepáis que me pongo a vuestro servicio en todo lo que preciséis, desde ahora mismo, junto con todos los miembros de esta Delegación. Agradezco ya, de antemano, vuestra cercanía y oración. Y doy gracias a Dios por vuestra dedicación a la causa del Evangelio y la educación de la fe.

Somos responsables de una hermosa tarea. Más aún: ¡De una apasionante tarea! A través de ella hacéis posible que la Palabra de Dios llegue y se arraigue en el corazón de muchos niños y jóvenes. Es, precisamente, la pasión y el ardor por vivir y transmitir la fe, por anunciar y testimoniar el Evangelio por lo que me gustaría que nos distinguiésemos durante todo este año. ¡No hay mejor catequesis! ¡No hay método más novedoso y eficaz!

Os animo también a que nos comprometamos activamente con el Sínodo Diocesano que estamos celebrando para “Renovarnos en comunión desde Cristo”, tal y como nos lo indica su lema. Nosotros, como catequistas y educadores, necesariamente debemos ser protagonistas de esta renovación, pues representamos un gran porcentaje de los esfuerzos evangelizadores que se llevan a cabo en nuestras parroquias y ámbitos pastorales.

Pongámonos, pues, de nuevo, juntos en camino. Con alegría, como nos decía siempre Eugenio. Tras la cosecha del verano y el merecido descanso estival, de nuevo toca salir con esperanza a sembrar los campos del Evangelio. Niños, adolescentes, jóvenes y adultos nos están esperando para que compartamos con ellos el fruto maduro de nuestra fe.

Desde el secretariado, Luis, María, Alicia y yo os saludamos con el compromiso de ponernos a vuestra disposición en el servicio a la Palabra que juntos compartimos. No dudéis en contactarnos para que visitemos vuestros catecismos y catequesis, para asistir a vuestras celebraciones, encuentros y convivencias, para integrarnos y colaborar en vuestras escuelas de formación, para potenciar, organizar y animar nuevos proyectos. Se trata de compartir y aunar esfuerzos, juntos en comunión.

Un saludo afectuoso con el deseo de que nos vayamos viendo y conociendo. Que Dios nos bendiga y multiplique nuestros trabajos y esfuerzos por su Reino.

Miguel López Varela
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