Ante la tragedia de los incendios forestales, que además de las
pérdidas materiales, ha sacrificado vidas humanas y causado grandes
sufrimientos a miles de personas, los Obispos de la Iglesia en Galicia
queremos manifestar a todos los que sufren nuestra solidaridad y
solicitud fraterna.
Compartimos ante todo el dolor de los que lloran a sus familiares y
amigos que perdieron la vida y elevamos nuestra oración a Dios para que
los acoja junto a sí. Quisiéramos que en estos momentos fuese real en
todas nuestras parroquias de la Iglesia en Galicia la experiencia de la
unidad, del compartir esfuerzos, dolores y angustias, la cercanía del
amor fraterno, de modo que nadie se sienta solo en la necesidad; y
agradecer, al mismo tiempo, tantos gestos de solidaridad de amigos y
vecinos, que son un apoyo imprescindible para mantener la esperanza y el
coraje. Nos sentimos particularmente unidos a los pueblos y aldeas más
afectadas, uniendo nuestra oración a la suya, implorando de Dios el don
de la fortaleza y la confianza.
Nos parece imprescindible igualmente condenar con toda claridad las
acciones de quien causa voluntariamente este tipo de incendios, que
ponen en riesgo la vida de personas y también dañan grave e
irresponsablemente el medio ambiente tan necesario para la vida. Como ha
dicho el Papa Francisco, «un crimen contra la naturaleza es un crimen
contra nosotros mismos y un pecado contra Dios».
Provocar un incendio es un gesto de grave inmoralidad, en el que la
persona pone de manifiesto una actitud ante los hermanos y ante la
naturaleza contraria al bien querido por Dios.
Esto es muy evidente ante los sufrimientos que padece hoy nuestra
población, y especialmente ante el hecho tristísimo de quien ha muerto a
causa de estos incendios.
Pero es claro también si consideramos la consecuencia de estas
acciones en la naturaleza, que es creación de Dios, fuente de vida y de
trabajo, y que no debería ser destruida como ahora vemos. Hemos de
respetar la naturaleza y valorarla, en su bondad, armonía y equilibrio,
como un don que recibimos y un legado que debemos esforzarnos por
transmitir a las generaciones futuras. Al recibir de Dios el dominio
sobre el mundo, el ser humano ocupa su lugar en el planeta como don y
privilegio. Por eso tiene el deber de cultivar el respeto religioso por
la integridad de la creación.
Como en tantas ocasiones el Papa Francisco ha manifestado,
viene bien recordar que: «La naturaleza suele entenderse como un
sistema que se analiza, comprende y gestiona, pero la creación sólo
puede ser entendida como un don que surge de la mano abierta del Padre
de todos, como una realidad iluminada por el amor que nos convoca a una
comunión universal» (Laudato sí, 76).
Esta nuestra “casa común” es una condición absolutamente necesaria
para la vida de todos. Es un préstamo que cada generación recibe y debe
transmitir a la siguiente generación. De ahí la enorme responsabilidad
en cuanto a su uso.
Quisiéramos manifestar, en particular, nuestro reconocimiento y apoyo
a las miles de personas implicadas en el operativo de lucha contra el
fuego, los bomberos, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los
numerosos voluntarios, que se esfuerzan por salvar vidas, aliviar daños
y evitar la pérdida de personas y bienes, incluso a costa de cansancio y
riesgos personales. En circunstancias a menudo extremas, nos dan un
ejemplo admirable de abnegación sin límites.
A partir de nuestras comunidades cristianas, de las Cáritas
Diocesanas y de otras instituciones eclesiales, mostramos nuestra
disponibilidad para la acogida y la ayuda incondicional de cuantos la
necesiten.
Pedimos a Dios que nos ayude en estas circunstancias difíciles,
especialmente a quienes luchan contra el fuego, y que nos conceda saber
estar y trabajar unidos para recuperar nuestra tierra, que vemos hoy tan
dañada y que Dios nos ha dado para hacer posible nuestra vida.
+ Julián, Arzobispo de Santiago.
+ Luis, Obispo de Tui-Vigo.
+ Alfonso, Obispo de Lugo.
+ José Leonardo, Obispo de Ourense.
+Luis Ángel cmf, Obispo de Mondoñedo-Ferrol.
+ Jesús, Obispo Auxiliar de Santiago.
+ Luis, Obispo de Tui-Vigo.
+ Alfonso, Obispo de Lugo.
+ José Leonardo, Obispo de Ourense.
+Luis Ángel cmf, Obispo de Mondoñedo-Ferrol.
+ Jesús, Obispo Auxiliar de Santiago.
Foto: Ángel Manso | La Voz de Galicia
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