La Iglesia nos propone hoy a San Wenceslao. Nacido en el año 907 en
Bohemia, su santidad de vida, se abrió paso en medio de un hogar donde
el padre estaba imbuido en la piedad y la Fe cristiana, mientras que su
madre, procedía de unas raíces profundamente paganas. A pesar de esto,
la Providencia quiso que Wenceslao viviese con su abuela Lumidla,
también hoy en los altares, quien había sido bautizada por San Metodio y
educó a su nieto en el cristianismo.
Cuando se hace adulto, accede al Ducado de su país. En su periodo de
gobierno, logró firmar la paz y la reconciliación con algunos de sus
contrincantes. Pero su Fe, no podía estar exenta de la Cruz de Cristo,
que le hizo ser signo de contradicción y sufrir multitud de problemas.
Sin embargo, perseveró en la difusión de la semilla del Evangelio entre
todos sus súbditos. Su rectitud en el obrar fue mal mirada por su
hermano, que contrató a unos cómplices para eliminarle. Así moría mártir
el año 935, siendo venerado pronto como patrono principal de Bohemia.El
pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San
Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de
peregrinaciones. Hoy su devoción es tan grande que se le profesa también
como Patrono de Checoslovaquia.
Iconografía del Santo: Con los atuendos de monarca y montado en el
caballo. También se escenifica en algunos cuadros su asesinato.
Cadena COPE
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