Sobre algunos aspectos de los católicos en los países del Golfo Pérsico, hemos pedido en exclusiva para Aleteia, una entrevista al obispo Vicario Apostólico de Arabia del Norte, mons. Camillo Ballin, misionero comboniano, que lleva 11 años al frente de este vicariato, y que se ocupa de la atención pastoral de los fieles católicos de cuatro países: Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin y Catar.
Nos ha atendido con gran rapidez y precisión, poniendo en su sitio lo que representa para el cristianismo –y para otras religiones—vivir en países musulmanes. Mons. Ballin asegura que en estos países del Golfo Pérsico, a pesar de los diálogos a alto nivel entre el Papa y representantes del Islam, hasta el momento “no ha cambiado nada”.
Siguen latentes los problemas para construir iglesias (no dan permisos) y para atender debidamente a los fieles que vienen de todo el mundo, con muchas lenguas y ritos católicos distintos.
Nos ha atendido con gran rapidez y precisión, poniendo en su sitio lo que representa para el cristianismo –y para otras religiones—vivir en países musulmanes. Mons. Ballin asegura que en estos países del Golfo Pérsico, a pesar de los diálogos a alto nivel entre el Papa y representantes del Islam, hasta el momento “no ha cambiado nada”.
Siguen latentes los problemas para construir iglesias (no dan permisos) y para atender debidamente a los fieles que vienen de todo el mundo, con muchas lenguas y ritos católicos distintos.
He aquí la entrevista:
P.- ¿Cuáles son los puntos calientes de interés pastoral en el Vicariato que dirige (Arabia del Norte)?
R.- La complejidad de la realidad. En mi Vicariato tenemos fieles de todos los Ritos (Latino y orientales). Celebramos en seis ritos, y en el rito Latino lo hacemos en 13 lenguas. Cada uno de estos ritos tiene su o sus sacerdotes. Es difícil garantizar la unidad de la Iglesia católica en esta situación. En Kuwait necesitamos más iglesias, pero no nos facilitan los terrenos.
P.- ¿Ha cambiado algo la libertad religiosa en estos países con la explosión demográfica en los últimos años?
R.- No ha cambiado nada. Tenemos libertad de culto en los lugares que nos conceden los gobiernos.
P.- El papa Francisco `prevé visitar Georgia y Azerbaiyán próximamente, dos países musulmanes del Cáucaso donde los católicos son escasísimos. También ha mantenido diálogos con representantes del mundo islámico. ¿Se ha notado algún cambio en los países del Golfo? ¿Ha sido invitado el papa Francisco a visitar a algún país del Golfo?
R.- Tampoco aquí hay cambio alguno. El Rey de Bahréin (Hamad bin Isa Al Jaliofa) ha invitado al Papa a visitar Bahréin. Otros lo invitarán con ocasión de las visitas que le hagan al Papa. El problema es que si el Papa viene al Golfo, debe visitar a todos los cinco países que tienen relaciones con la Santa Sede (Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Yemen) y esto no es fácil.
P.- ¿Encuentra, monseñor, mayor receptividad en la población árabe en relación al cristianismo, últimamente?
R.- En general, la población árabe del Golfo no está interesada al cristianismo, considerado una de las diversas religiones que existen en el Golfo. Para ellos, como también para todos los árabes musulmanes, la única verdadera religión es el Islam, y por tanto no se interesan por las demás.
Estas palabras del obispo Camillo Ballin demuestran que los millones de personas de todo el mundo que han llegado para trabajar a los países del Golfo no han penetrado en la sociedad de aquellos países, y los árabes no quieren dejarse influenciar por los extranjeros. Existe una amplia separación, son impenetrables, gracias también a una legislación intolerante con todo lo que no sea el Islam. Los países del Golfo han “permitido” un mínimo de culto porque si no, los trabajadores extranjeros se irían, y esto haría mucho daño a su economía.
Como se ha visto en la entrevista, el obispo Ballin no quiere entrar en detalles, pero ha dado un marco preciso en el que se desarrolla el cristianismo en los países del Golfo Pérsico.
P.- ¿Cuáles son los puntos calientes de interés pastoral en el Vicariato que dirige (Arabia del Norte)?
R.- La complejidad de la realidad. En mi Vicariato tenemos fieles de todos los Ritos (Latino y orientales). Celebramos en seis ritos, y en el rito Latino lo hacemos en 13 lenguas. Cada uno de estos ritos tiene su o sus sacerdotes. Es difícil garantizar la unidad de la Iglesia católica en esta situación. En Kuwait necesitamos más iglesias, pero no nos facilitan los terrenos.
P.- ¿Ha cambiado algo la libertad religiosa en estos países con la explosión demográfica en los últimos años?
R.- No ha cambiado nada. Tenemos libertad de culto en los lugares que nos conceden los gobiernos.
P.- El papa Francisco `prevé visitar Georgia y Azerbaiyán próximamente, dos países musulmanes del Cáucaso donde los católicos son escasísimos. También ha mantenido diálogos con representantes del mundo islámico. ¿Se ha notado algún cambio en los países del Golfo? ¿Ha sido invitado el papa Francisco a visitar a algún país del Golfo?
R.- Tampoco aquí hay cambio alguno. El Rey de Bahréin (Hamad bin Isa Al Jaliofa) ha invitado al Papa a visitar Bahréin. Otros lo invitarán con ocasión de las visitas que le hagan al Papa. El problema es que si el Papa viene al Golfo, debe visitar a todos los cinco países que tienen relaciones con la Santa Sede (Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Yemen) y esto no es fácil.
P.- ¿Encuentra, monseñor, mayor receptividad en la población árabe en relación al cristianismo, últimamente?
R.- En general, la población árabe del Golfo no está interesada al cristianismo, considerado una de las diversas religiones que existen en el Golfo. Para ellos, como también para todos los árabes musulmanes, la única verdadera religión es el Islam, y por tanto no se interesan por las demás.
Estas palabras del obispo Camillo Ballin demuestran que los millones de personas de todo el mundo que han llegado para trabajar a los países del Golfo no han penetrado en la sociedad de aquellos países, y los árabes no quieren dejarse influenciar por los extranjeros. Existe una amplia separación, son impenetrables, gracias también a una legislación intolerante con todo lo que no sea el Islam. Los países del Golfo han “permitido” un mínimo de culto porque si no, los trabajadores extranjeros se irían, y esto haría mucho daño a su economía.
Como se ha visto en la entrevista, el obispo Ballin no quiere entrar en detalles, pero ha dado un marco preciso en el que se desarrolla el cristianismo en los países del Golfo Pérsico.
Aleteia