La prensa de toda España se ha hecho eco de una información de Europa
Press según la cual la Guardia Municipal de San Sebastián multó con 600
euros este jueves por la mañana al obispo de la diócesis, José Ignacio
Munilla, "al circular en su vehículo con otra persona sentada en el asiento del copiloto, lo que supone una infracción en el actual estado de alarma por la pandemia del Covid-19".
Sucedió en los controles rutinarios de la policía local, cuando
detuvieron un vehículo en el que veían dos personas en los asientos
delanteros. Munilla conducía y su acompañante "viajaba en el asiento del copiloto y no en el trasero, como marca el decreto".
El obispo ha usado su popular cuenta en Twitter para dar más datos sobre lo sucedido.
"Ese 'copiloto' era una inmigrante atrapada entre nosotros, quien padece una infección de boca, a la que yo conducía a un dentista conocido que se ha ofrecido a atenderla de gratis... Agradezco al dentista, pido perdón por el error de asiento, y perdono al filtrador de la noticia", ha comentado Munilla en Twitter y en Facebook, enlazando con la noticia en un diario vasco.
Las policías locales y la policía autonómica del País Vasco han
denunciado a 458 personas en Euskadi y detenido a seis desde que comenzó
el estado de alarma el pasado día 15. En este periodo han identificado a
1.858 ciudadanos por incumplir las restricciones impuestas por el real
decreto, según detalla el diario El País.
Hace unos días un vecino de San Sebastián publicó en la sección de Cartas al Direcctor de El Diario Vasco
otra escena en la que Munilla se ponía en persona manos a la obra para
intentar ayudar a otros inmigrantes sin recursos, en este caso una pareja joven marroquí con dos niños pequeños. El obispo los introdujo en su su casa hasta que una asociación encontró lugar para ellos.
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