El profeta Isaías nos ha dejado escrita una bella antífona de alabanza: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión: “Tu Dios reina”. (Is. 52, 7-10).
Pues este canto, tan bello como actual, es el que surge espontáneo en la comunidad creyente de la Archidiócesis de Santiago para dar gracias al Buen Dios por el regalo de un nuevo sacerdote y de tres nuevos diáconos. Sí, más que nunca, son bienaventurados los pies de los mensajeros que tienen como misión anunciar al Señor Jesús Resucitado. Toda la Iglesia local que peregrina en Compostela se alegra de la respuesta a esa llamada del Señor y reza para que, fieles a su vocación, sean siempre mensajeros de un mensaje siempre nuevo: que Cristo es el centro de nuestra vida.
Pues este canto, tan bello como actual, es el que surge espontáneo en la comunidad creyente de la Archidiócesis de Santiago para dar gracias al Buen Dios por el regalo de un nuevo sacerdote y de tres nuevos diáconos. Sí, más que nunca, son bienaventurados los pies de los mensajeros que tienen como misión anunciar al Señor Jesús Resucitado. Toda la Iglesia local que peregrina en Compostela se alegra de la respuesta a esa llamada del Señor y reza para que, fieles a su vocación, sean siempre mensajeros de un mensaje siempre nuevo: que Cristo es el centro de nuestra vida.
El arzobispo emérito de Tui-Vigo, monseñor José Diéguez
Reboredo, presidió este domingo día 7 de julio en la Catedral de
Santiago de Compostela, la ceremonia litúrgica en la que se ordenó a
Rubén Diéguez Gutiérrez como presbítero y a David Álvarez Rodríguez,
Francisco Rafael Gómez-Canoura López y Óscar Antonio Roa Osorio como
nuevos diáconos.
Rubén Diéguez Gutiérrez nació el 12/05/1979 en San Juan de Villanueva (Lalín). Desde niño participó en la celebración de la Santa Misa sobre todo los domingos. En la parroquia comenzó a vivir y a celebrar la fe cristiana, orientado sobre todo por sus padres, aunque de una forma especial por su madre. Con 12 años ingresa en el Seminario Menor de Lugo, en el que, en años sucesivos, le acompañarán sus seis hermanos. En una etapa posterior ha trabajado varios años, principalmente como conductor de camión. En el año 2008 ingresó en el Seminario Mayor Compostelano. El 1 de Julio de 2012 fue ordenado Diácono y actualmente desarrolla su labor pastoral en Santa Mariña de Rivela, San Juan de Liripio, San Juan de Meavía, Santa María de Olives y Santa Baia de Pardemarín.
David Álvarez Rodríguez
nació el 14/05/1982 en A Coruña. Bautizado en la parroquia de la
Milagrosa de Elviña continúa su iniciación cristiana en San Pedro de
Mezonzo, donde es confirmado el mismo año en que ingresa en el Seminario
Menor. Realiza sus estudios teológicos en la Universidad Pontificia
Comillas de Madrid, tras los cuales ingresa en el Seminario Mayor de la
Archidiócesis de Santiago. Actualmente trabaja pastoralmente en diversas
parroquias de la Unidad Pastoral de Santa Cruz de Ribadulla.
Francisco Rafael Gómez-Canoura y López, nuevo diácono, nació el 15/05/1987 en A Coruña, donde ha vivido hasta ahora, aunque tiene sus raíces en Viveiro (Lugo). Criado en el seno de una familia profundamente cristiana, sintió la llamada al sacerdocio desde niño. Comenzó la carrera de Derecho civil y en 2007 ingresó en el Seminario Mayor de Santiago de Compostela, donde ha concluido los Estudios Eclesiásticos. Actualmente desarrolla su labor pastoral en la parroquia de Santa María Adigna de Portonovo.
Óscar Antonio Roa Osorio, también ordenado diácono, nació el 08/10/1978 en Los Andes venezolanos, al Oeste de Venezuela. Estudió en el Seminario Menor de su Diócesis de San Cristóbal. A los 18 años emigró a Caracas donde hizo estudios de Publicidad. Después de una etapa de discernimiento y voluntariado en un movimiento eclesial ingresó en el Seminario Mayor de la Archidiócesis de Caracas a la edad de 22 años. En el año 2008 fue acogido en la Archidiócesis de Santiago de Compostela donde culminó los estudios eclesiásticos. Actualmente desarrolla su labor pastoral en Santa María del Azogue y Santiago de Betanzos.
Javier Aguado
Fotos: Miguel Castaño