- El arzobispo escribe una carta a los niños y les dice que les echará de menos al no celebrarse la procesión
El arzobispo, monseñor Julián Barrio, acaba de publicar una carta
dirigida a los niños y niñas de la diócesis, en la que asegura que les
echará de menos el Domingo de Ramos, al haberse suspendido todas las
procesiones de Semana Santa por el COVID 19. Sin embargo, monseñor
Barrio les invita a salir a las ventanas y balcones de sus hogares con
palmas y ramos de olivo para acompañar a Jesús, «que entra en ellas y
que son este año una Jerusalén herida y lastimada por la pandemia del
coronavirus».
«Necesitamos que manifestéis vuestra alegría con este gesto que a
todos nos animará», dice el arzobispo. D. Julián comenta a los pequeños y
jóvenes que probablemente se retrase la celebración de su Primera
Comunión o de la Confirmación, pero les pide seguir su preparación en
casa, junto a los padres, convertidos los hogares en auténticas
«iglesias domésticas».
Carta a los Niños y Jóvenes diocesanos. Marzo 2020
Gritad: “Bendito el que viene en el nombre del Señor”
Queridos niños/as y jóvenes:
¡Cómo vamos a echar en falta este año vuestra presencia y bullicio al
no poder tener la procesión tan propia vuestra como es la del Domingo
de Ramos! Pero estoy seguro que os asomaréis a las ventanas o balcones
de vuestras casas ya sea en las aldeas, en las villas o en la ciudad con
el ramo de olivo o la palma para acompañar a Jesús que entra en ellas y
que son este año una Jerusalén herida y lastimada por la pandemia del coronavirus
que nos está afectando tan duramente. Necesitamos que manifestéis
vuestra alegría con este gesto que a todos nos animará, acompañando a
Jesús no con el paso de la Borriquita sino como al amigo invisible por
nuestras calles. Él nos dijo que estaría siempre con nosotros cuando nos
sentimos unidos a los demás en su nombre y no nos va a abandonar. Esta
es nuestra esperanza cristiana. Gritad a pleno pulmón: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!, anunciando
así el comienzo de la Semana Santa en la que celebramos que Cristo nos
amó y entregó su vida por nosotros. Recordad lo que dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios” (Mc 10,14).
En las visitas pastorales que estaba realizando a las distintas
parroquias de nuestra Diócesis, he tenido el gozo de encontrarme con
algunos de vosotros, hablaros y escucharos, respondiendo a vuestras
preguntas, siempre interesantes, sobre Jesús, nuestro Maestro. Unos os
estáis preparando para recibir la Primera Comunión, otros asistía a la
catequesis para la Confirmación: todos sabedores de encontrar fuerza y
luz para el compromiso de dar testimonio de Él. Este año la Iglesia
parroquial está siendo vuestro hogar, redescubierto como Iglesia
doméstica. ¡Agradezco mucho a vuestros padres esta inquietud y
preocupación! La situación en la que vivimos y de la que no sois ajenos
al estar recluidos en vuestras casas, es muy posible que lleve a
retrasar las fechas de estas celebraciones que estáis preparando. Pero
esto no importa, vuestra ilusión y vuestro ánimo han de ser mayores si
es posible.
Las noticias que recibimos nos transmiten que muchas personas están
sintiendo el agobio preocupante de la incertidumbre. Hay que recordar
aquellas palabras de Jesús que serenan nuestro ánimo: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré… porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”
(Mt 11,28). Solamente desde El y con su enseñanza, podemos dar una
respuesta sin miedo a las cuestiones que nos afectan. A veces la
sociedad nos da la impresión de ser una gran casa un poco destartalada.
Pero si nos fijamos en las personas que la habitan, ciertamente se
percibe una gran necesidad de Dios y mucha bondad.
Rezo con vosotros, pidiendo que el Apóstol Santiago y la Virgen María
nos ayuden. Con los mejores deseos y mi cordial saludo para vuestros
padres, os bendigo en el Señor.
+Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela
Arzobispo de Santiago de Compostela
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