Manos Unidas lanza hoy su nueva campaña contra el
hambre y sus causas en los países empobrecidos del mundo. En esta
ocasión bajo el lema “Creemos en la igualdad y en la dignidad de las
personas”. Con este motivo el arzobispo de Santiago, mons. Julián
Barrio, publica una carta pastoral. En ella denuncia que “hoy el hambre
sigue siendo noticia cuando 820 millones de personas están padeciendo
esta realidad y 1.300 millones se encuentran en la pobreza, siendo
tristemente protagonistas los rostros de niños y de mujeres”.
En su misiva el arzobispo reconoce los esfuerzos que
se han hecho para salvaguardar los derechos humanos, “un bien básico e
inalienable”. Pero también que en la actualidad hay en nuestro mundo
muchas personas privadas de esos derechos básicos, “como las que pasan
hambre”. Por eso insiste en que “trabajar por el bien común es una
llamada a la solidaridad y a la opción preferencial por los pobres”. En
este sentido, recuerda el pasaje del Juicio Final de Mt 25, 35ss: “tuve
hambre y me disteis de comer… Concluye mons. Barrio que ”si queremos
tener los mismos sentimientos de Cristo, hemos de hacer una opción clara
por los pobres, poniendo nuestra atención en ellos y considerándoles
como a nosotros mismos”, porque “cuando nos encontramos con los pobres y
necesitados nos estamos encontrando con nuestro propio juez”.