En la tarde noche de este sábado el Papa Francisco ha presidido en el Croke Park en Dublín uno de los eventos centrales del Encuentro Mundial de las Familias.
Ante decenas de miles de personas que participaban en la Fiesta de la
Familia, el Santo Padre ha dado una catequesis sobre la importancia que
tiene que tener la familia en el mundo.
“La Iglesia es la familia de los hijos de Dios. Una familia en
la que nos alegramos con los que están alegres y lloramos con los que
sufren o se sienten abatidos por la vida. Una familia en la que cuidamos
de cada uno, porque Dios nuestro Padre nos ha hecho a todos hijos suyos
en el bautismo”, dijo el Papa.
Francisco alentó “a los padres a que bauticen a sus hijos lo antes posible, para que puedan formar parte de la gran familia de Dios.
Es necesario invitar a todos a la fiesta. También al niño pequeño. Por
eso se bautiza rápido. Si el niño es bautizado de niño entra en su
corazón el Espíritu Santo. Hagamos una comparación: un niño sin
bautismo, los padres dicen no cuando sea grande. Y un niño con el
bautismo, con el Espíritu Santo en el corazón”.
Un faro que irradie alegría
Citó la exhortación Amoris Laetitia para “ayudarnos –dijo- a
reconocer la belleza y la importancia de la familia, con sus luces y sus
sombras, y he querido que el tema de este Encuentro Mundial de las
Familias fuera «El Evangelio de la familia, alegría para el mundo». Dios quiere que cada familia sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo. ¿Qué significa esto? Significa que una familia sea un faro que irradia la alegría.
“Me gusta hablar de los santos «de la puerta de al lado», de todas
esas personas comunes que reflejan la presencia de Dios en la vida y en
la historia del mundo. La vocación al amor y a la santidad no es algo reservado a unos pocos privilegiados. No. Incluso ahora, si tenemos ojos para ver, podemos vislumbrarla a nuestro alrededor”, agregó.
En su catequesis multitudinaria, el Papa aseguró que “el matrimonio cristiano y la vida familiar manifiestan toda su belleza y atractivo si están anclados en el amor de Dios, que nos creó a su imagen, para que podamos darle gloria como iconos de su amor y de su santidad en el mundo”.
La importancia del perdón
El perdón debe ser un elemento central en la familia. “Es un regalo
especial de Dios que cura nuestras heridas y nos acerca a los demás y a
él. Gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día,
son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar
cristiana. Nos obligan a superar el orgullo, el desapego y la vergüenza,
y a hacer las paces”.
Francisco dio un consejo a los presentes, a los que les dijo que “cuando discutas en casa, asegúrate de pedir disculpas y decir que lo sientes antes de irte a la cama.
Antes de que termine el día hagan las paces. ¿Saben por qué se debe
hacer las paces antes de terminar el día? Porque si no se hace la paz la
guerra fría del día siguiente es muy peligrosa”.
“Perdonar significa dar algo de sí mismo. Jesús nos perdona siempre. Con la fuerza de su perdón, también nosotros podemos perdonar a los demás, si realmente lo queremos.
¿No es lo que pedimos cuando rezamos el Padrenuestro? Los niños
aprenden a perdonar cuando ven que sus padres se perdonan
recíprocamente.
Las redes sociales
El Papa también habló de las redes sociales, tan presentes en el
mundo de hoy. Para el Santo Padre, “no son necesariamente un problema
para las familias, sino que pueden ayudar a construir una ‘red’ de
amistades, solidaridad y apoyo mutuo. Las familias pueden conectarse a
través de Internet y beneficiarse de ello. Las redes sociales pueden ser beneficiosas si se usan con moderación y prudencia.
Por ejemplo, vosotros, que participáis en este Encuentro Mundial de las
Familias, formáis una “red” espiritual y de amistad, y las redes
sociales os pueden ayudar a mantener este vínculo y extenderlo a otras
familias en muchas partes del mundo. Es importante, sin embargo, que
estos medios no se conviertan en una amenaza para la verdadera red de
relaciones de carne y hueso, aprisionándonos en una realidad virtual y
aislándonos de las relaciones auténticas que nos estimulan a dar lo
mejor de nosotros mismos en comunión con los demás”.
Del mismo modo, el Papa explicó a los participantes en el Encuentro
Mundial de las Familias que “el amor de Cristo, que renueva todo, es lo
que hace posible el matrimonio y un amor conyugal caracterizado por la fidelidad, la indisolubilidad, la unidad y la apertura a la vida”.
Un gesto a las familias numerosas
Tras escuchar el testimonio de una familia numerosa, Francisco dijo que “es bello tener diez hijos”,
pues “vosotros (refiriéndose a estos esposos) habéis experimentado la
capacidad del amor de Dios que ha transformado completamente vuestra
vida y que os bendice con la alegría de una hermosa familia”.
Francisco quiso explicar también que “las familias están llamadas a
continuar creciendo y avanzando en todos los sitios, aun en medio de
dificultades y limitaciones, tal como lo han hecho las generaciones
pasadas. Todos formamos parte de una gran cadena de familias, que viene desde el inicio de los tiempos.
Nuestras familias son tesoros vivos de memoria, con los hijos que a su
vez se convierten en padres y luego en abuelos. De ellos recibimos la
identidad, los valores y la fe”.
La esperanza de la Iglesia
“Una sociedad, escuchen bien esto, una sociedad que no valora a los abuelos es una sociedad sin futuro.
Una Iglesia que no se preocupa por la alianza entre generaciones
terminará careciendo de lo que realmente importa, el amor. Nuestros
abuelos nos enseñan el significado del amor conyugal y parental”,
añadió.
Para concluir, el Papa quiso mandar un enérgico mensaje: “Vosotras, familias, sois la esperanza de la Iglesia y del mundo.
Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, crearon a la humanidad a su imagen
para hacerla partícipe de su amor, para que fuera una familia de
familias y gozará de esa paz que solo él puede dar. Con vuestro
testimonio del Evangelio podéis ayudar a Dios a realizar su sueño,
podéis contribuir a acercar a todos los hijos de Dios, para que crezcan
en la unidad y aprendan qué significa para el mundo entero vivir en paz
como una gran familia”.
Puede leer aquí el discurso íntegro del Papa en la Fiesta de las Familias
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