
“Si tuviera que caracterizar el liderazgo de Francisco
diría que es un liderazgo dinámico fundado en la confianza, que es una
visión de la fe muy profunda que se puede entender sólo desde la
esperanza relacionada con el sentido de la presencia de Dios que
acompaña en el camino. No es un liderazgo basado sobre el cálculo,
la predeterminación, la determinación precisa en los puntos de llegada y
en los métodos por utilizar en una forma digamos así; humana”, sostuvo
Federico Lombardi, S.J.,ex director de la Oficina de Prensa de la Santa
Sede*.
‘El carácter de un hombre sale a la luz en el momento de la prueba’ dice un viejo dicho. Pero, ¿cuál ha sido la crisis más grande que ha enfrentado el Papa Francisco? Preguntamos al respecto al jesuita Lombardi, ex colaborador muy cercano del primer papa latinoamericano en el Vaticano.
El Papa Francisco y las crisis internacionales. “El
Papa Francisco ha gozado desde el inicio de un clima favorable debido,
precisamente a su dono de manifestar, en sentido positivo, el mensaje
cristiano y el servicio del Papa como misericordia; cercanía a la gente
que sufre y con un lenguaje sencillo y directo”, asegura Lombardi
S.J., también ex director de Radio Vaticano (RV).
“Esto ha creado una atmósfera de acogida y de respeto y de simpatía y
de interpretaciones positivas de lo que hace. En este sentido, digamos
que verdaderas crisis en las que él haya tenido que insistir
concerniente con la línea de su pontificado, no tengo presentes muchas”,
añadió el hombre de la comunicación de tres papas: Juan Pablo II (desde
1990 en RV), Benedicto XVI y Francisco (2006-2016).
“Lo que él ha enfrentado son las grandes crisis del mundo.
Digamos el problema de la paz y de la guerra, el problema de la
inmigración, de la esclavitud de las personas, entre otros temas. Por
ende, él se ha comprometido a enfrentar y responder con inmediatez”,
dijo el además, ex provincial de la Compañía de Jesús en Italia.
En esta línea, la iniciativa del Papa “para rezar por la paz durante
la primera arremetida de la guerra en Siria con la prospectiva del
bombardeo y la intervención militar. La prontitud de movilizar a la
oración en esa situación tuvo un resultado positivo”.
“La celeridad con la que él se manifiesta cercano ante las grandes
crisis. Por ejemplo su viaje a Lampedusa, el primer viaje que él hizo,
con el cual se ha expresado sobre la grave crisis de las migraciones con efectos trágicos de muerte, de sufrimiento para los refugiados.
El hecho de que su primer viaje -fuera de Roma haya sido a Lampedusa,
el lugar símbolo de la inmigración y los prófugos, allí ha sido muy
evidente su presencia en esta crisis mundial”.
Francisco y su liderazgo de mirada global. “Después
diría – continuó Lombardi – que durante el transcurso del pontificado la
mirada y también el discurso que él ha hecho se ha ampliado y se ha
vuelto cada vez más capaz de responder en prospectiva a las preguntas,
de las crisis globales y en esto la Laudato Si’,
ciertamente, es un documento de referencia y de gran calidad al
referirse a las crisis históricas de la humanidad y sus
responsabilidades hacia la creación y la sociedad global en la
prospectiva del porvenir.
Laudato Si’ -insiste Lombardi- es un documento de gran
“autoridad moral” firmado por el Papa donde demuestra su “gran capacidad
de prospectiva”, aunque si está guiado por “criterios evangélicos” y
una “visión religiosa de la realidad”.
Asimismo, es un texto para “enfrentar con una prospectiva amplia” lo
que la “humanidad considera son sus grandes problemas”: la crisis
ecológica, la crisis de las relaciones entre los pueblos.
Temas que son enfrentados frecuentemente con “criterios limitados y
específicos” sin echar mano a diversos campos. “No son capaces de ver el
conjunto del problema y de ir a la raíz”. En cambio, “Francisco hace
ver el problema y ayuda a tener perspectivas más amplias y a ir más en
profundidad”.
Francisco y su liderazgo dentro de la Iglesia. Por
otro lado, en relación con los eventos al interno de la Iglesia, en
ocasión de los sínodos sobre la familia, “él ha conducido con sentido
de gran apertura y participación un intenso diálogo y debate”.
El Papa “ha favorecido un proceso dinámico” para poner “la Iglesia en
camino sobre la manera de enfrentar diversas situaciones pastorales
serias y particulares en el mundo de hoy dando criterios que sean
ampliamente compartidos como lo ha hecho en Amoris Laetitia.
Ciertamente, esto no es fácil y continua a no serlo, pero ha tenido
la valentía de proponer al centro de la atención de la vida de la
Iglesia estos temas particularmente calientes e importantes que tocan la
vida de las personas”. Todo con una “visión sinodal”.
Tres gestos del papa para recordar…
El primer saludo del Papa en la Logia. Federico
Lombardi recordó como primer gesto del papa Francisco su saludo desde el
balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro y el momento en
el cual hace seña de inclinarse para pedir “la bendición y la oración
del pueblo que fue muy significativa como actitud de bondad y de
servicio”.
“Yo personalmente no lo conocía en Argentina o en su servicio como
arzobispo en Buenos Aires, pero enseguida he notado desde el inicio de
su ministerio como Sucesor de Pedro esa actitud (de servicio )”, dijo.
“Yo pienso, sin embargo, que la idea de servicio es absolutamente
fundamental en el Evangelio y es la actitud de Jesucristo. Por lo tanto,
naturalmente, no la inventó papa Francisco. Pero, como en tantos otros
casos, él tiene una capacidad muy importante de manifestar el mensaje y
la actitud en formas concretas y simples que son comprendidas
inmediatamente.
Por ende, el servicio se encuentra frecuentemente en sus palabras,
pero pasa a través de sus gestos”, abundó el jesuita, hoy responsable de
la fundación vaticana Joseph Ratzinger.
El primer acto público de Francisco: lavado de los pies. “Estuve
más directamente involucrado en la visita en la cárcel de Menores del
primer Jueves Santo. El Papa retomaba su costumbre precedente, pero era
uno de los primeros actos públicos de su ministerio, porque era semana
santa”.
“Otros papas habían hecho el lavado de los pies, sin embargo éste ir a
la cárcel y también la forma en la que él lo hizo; poniéndose en
rodillas en el suelo con un poco de esfuerzo, lavando los pies de
jóvenes sea cristianos y no cristianos, sea muchachas que muchachos”,
añadió.
Lombardi confirmó que estos gestos de papa Bergoglio durante el rito
del Jueves Santos eran una novedad para el servicio papal, además
incluyendo a las mujeres.
“Este era un signo efectivo de traducción en el hoy del significado
del lavado de los pies, en forma no sólo ritual – como podíamos estar
acostumbrados a ver – aquí de una manera muy expresiva, concreta del
amor de Jesús por todos, sin limites, sin reservas. Un amor para quien
está en condiciones difíciles y de sufrimiento, también más allá del
confín de la confesión católica”.
El ex director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede manifestó su
grata sorpresa al observar durante los primeros días del pontificado de
Francisco este “signo fuerte” de servicio representado en el “lavado de
los pies”.
El Papa y el hombre desfigurado por una enfermedad. Lombardi
no tiene una imagen personal predilecta del Pontificado de Francisco.
No obstante, recuerda que mucha gente estaba estupefacta de la foto
donde el Papa acaricia a un hombre deforme debido a una enfermedad. “El
papa da a los enfermos la prioridad en las audiencias respecto a otras
personas”, dice Lombardi. Los prelados incluso vienen en segundo lugar.
Los saluda después de bajar hasta las primeras filas y saludar uno a uno
las personas en silla de ruedas, camillas, y demás”.
*La entrevista publicada al jesuita Federico Lombardi es un
extracto de un texto más amplio del autor sobre liderazgo, servicio y
gestión de crisis en la comunicación.
Ary Waldir Ramos Díaz
Aleteia