El papa Francisco fue uno de los invitados que respondieron a la
videollamada del periodista de La Sexta Jordi Évole, en el episodio
emitido este domingo por la noche de su programa ‘Lo de Évole’. El Papa se conectó desde el Vaticano donde explicó que sigue "trabajando normalmente", aunque sin actos multitudinarios. Explicó que mantiene “esperanza en la humanidad. Tengo esperanza en los pueblos que van a tomar de esta crisis enseñanzas para revisar sus vidas”.
El Papa se sumaba así a un recorrido por distintos hogares, siempre a
través del confinamiento decretado por el coronavirus que se supera a
través de la videollamada: sanitarios, pensadores, trabajadores de la
limpieza... y un Romano Pontífice explicaron cómo viven estos tiempos.
El Papa quiso expresar su cercanía a los que han perdido un familiar o
un ser querido. No es cuestión de “decirles algo”, dijo, sino de “hacerles sentir mi cercanía”. “Hoy en día, es más importante el lenguaje de los gestos que de las palabras”, señaló.
Los que no tienen ni hogar ni refugio
El Papa también habló de las personas especialmente vulnerables ante
la pandemia, las que no tienen refugio. Está “saliendo a la luz un drama
disimulado de nuestras sociedades que a veces son hipócritas,
inconscientes que no son conscientes de este ‘submundo’ de
humanidad”, dijo. Animó a que “nos acerquemos a esta gente que tiene una
esperanza muy chiquita porque no tiene dónde apoyarse, nos estamos dando cuenta de que existe esta gente…”.
¿Cómo deben actuar las empresas ante el bajón económico que atraviesa ya el mundo? “El sálvese quién pueda no es solución”, tampoco para las empresas, comentó Francisco. “Más que despedir hay que acoger y hacer sentir que hay una sociedad solidaria”, exhortó.
El Papa animó a seguir combatiendo la soledad. “Hemos olvidado la
comunión, ahora tenemos tiempo para encontrarnos, para reencontrarnos”.
“Este puede que sea uno de los logros que podamos obtener en esta tragedia, recuperar la convivencia humana, la cercanía”, sentenció.
"Santos de la puerta de al lado"
El Papa Francisco propuso renunciar a la tentación de "proyectar una
calamidad en el anonimato” y rechazar todo “camino marcado por la
violencia”. Alabó la tarea de sanitarios y equipos de mantenimiento, a los que considera los “santos de la puerta de al lado”, por su “capacidad de dar la vida por los otros”.
Jordi Évole preguntó si la pandemia es un “ajuste de cuentas de la naturaleza”.
El Papa respondió con un viejo adagio que usa muy a menudo: “Dios
perdona siempre, nosotros de vez en cuando y la naturaleza nunca”. “La naturaleza está pateando para que nos hagamos cargo de su cuidado”, consideró.
El periodista le preguntó de forma desenfadada si hay algún cardenal
confinado y el Papa le respondió que no. “Que confinen a alguno a lo
mejor es una buena noticia para usted”, bromeó Évole. "Sos un hombre
malo", respondió el Pontífice riendo.
Finalmente, el Pontífice animó a no quedarse en un optimismo de “maquillaje”. Él, dijo, tiene “esperanza en la humanidad, tengo esperanza en los pueblos que van a tomar de esta crisis enseñanzas para revisar sus vidas”.
“Vamos a salir mejor, aunque muchos se quedan en el camino y esto es duro”, concluyó el heredero de San Pedro.
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