El obispo auxiliar de Santiago, mons. Jesús Fernández, presidió este
viernes la eucaristía con la que la comunidad salesiana celebrara sus
125 años de presencia en la ciudad de Vigo. Una presencia que, en
palabras del obispo compostelano, ha permitido a una “multitud de
generaciones de jóvenes” alimentar y fortalecer “sus raíces con la
educación, el sentido de familia y la integración social, la orientación
laboral, y la fe que integra y da sentido a todo”.
En su homilía, mons. Fernández habló de la preferencia de Jesús por
los más humildes y necesitados, en especial por los niños. En este
sentido recordó cómo “Jesús amenaza a los que desprecien a los
pequeños…y, se muestra terriblemente duro con los que los escandalicen”
para luego lamentarse: “¡qué pena que algunos de nuestros hermanos no se
estremecieran en su momento ante estas palabras!”.
El
obispo auxiliar de Santiago glosó también la figura de san Juan Bosco,
de quien dijo que fue “discípulo predilecto del Señor, que aprendió y
encarnó a la perfección esta lección de amor hacia los humildes y los
pobres, y especialmente hacia los jóvenes de su tiempo”.
Citó también el recuerdo de san Juan Bosco que tuvo el papa Francisco
en la vigilia de oración de la JMJ el pasado sábado. Concluyó mons.
Fernández invitando a todos los presentes a “fortalecer nuestra
condición de discípulos que dicen sí a Dios” y recordó la invitación de
s. Juan Bosco a “actuar como padres con los jóvenes, evitando todo
desprecio en la mirada, las palabras hirientes y manteniendo la
esperanza en el futuro”.