
El presidente de Open Doors, Ted Blake, señaló en la rueda de prensa que la persecución religiosa contra los cristianos va en aumento en los últimos años
y el nivel de persecución se vuelve, además, más intenso. Si en 2017
había 60 países con nivel alto de persecución, en 2018 pasaban a ser 73.
Uno de cada 9 cristianos del mundo es un cristiano bajo persecución.
En Asia viven bajo regímenes persecutorios 1 de cada 3 cristianos, y en África 1 de cada 6.
Corea del Norte, Afganistán y Somalia se mantienen como los tres
peores países para intentar vivir la fe cristiana, seguidos de Libia,
Pakistán, Sudán, Eritrea, Yemen, Irán, la India y Siria, todos ellos con
un nivel de persecución extrema. Entre los países con una persecución
muy alta destacan Nigeria, Irak, Maldivas, Arabia Saudí, Egipto y
Uzbekistán.
Casi todos ellos son países de mayorías musulmanas o regímenes islámicos,
con la excepción de Corea del Norte (dictadura comunista de extremo
culto al líder) y la India (donde fundamentalistas y nacionalistas
hindúes acosan y amenazan a los cristianos).
En la lista aparecen México (en el puesto 39 y con un grado muy alto
de persecución) y Colombia en el puesto 47 con un nivel alto: en ambos
lugares hay grupos criminales y paramilitares que acosan a clérigos y
misioneros.
Blake ha destacado la situación de los cristianos en China, donde la mitad de estas personas sufre persecución; la India, país en el que la persecución alcanza al 70 % de los cristianos;
y Nigeria donde cerca de la mitad de la población profesa el
cristianismo y donde un total de 3.371 personas fueron asesinadas en
2018 por ser cristianos, en manos de yihadistas de distintos tipos (Boko
Haram o grupos nómadas fulani/peúl islamistas).
Presiones de parientes, o persecución del poder político
En distintos países la persecución puede tener a distintos actores: a
veces son los familiares y amigos o compañeros de trabajo o vecinos;
otras veces son líderes comunales y tribales, servicios de seguridad,
autoridades locales e incluso de parte del sistema judicial y el mismo
Gobierno del país.
Las mujeres cristianas se enfrentan a mayor persecución en el ámbito de la familia y la comunidad local, mientras que los hombres sufren más a manos de las autoridades o de los extremistas.
Además, la persecución sobre la mujer se caracteriza por actos de violencia sexual, violaciones y matrimonios forzosos, mientras que los hombres son a menudo objeto de detenciones sin juicio previo o de asesinatos.
Sobre Europa, el presidente de Puertas Abiertas ha alertado de un cambio de ideología que está conduciendo a un "secularismo agresivo" contrario a los valores judeo-cristianos tradicionales que está provocando un aumento de la persecución religiosa en Europa "aunque no llegue a niveles altos", consideró.
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