El 8 de diciembre de 2014, Dede Chism, enfermera, y su hija Abbey Sinnet abrieron un pequeño centro clínico para mujeres en Englewood, Denver, con un claro enfoque provida y de acogida holística. El arzobispo de Denver, Samuel Aquila, acudió a bendecir el centro.
Muchos obispos tienen una firme conciencia provida, pero la de Aquila
es especial. Hijo de médico, fue estudiante de medicina y en su
juventud, estando alejado de la fe, presenció de cerca un aborto
provocado. Estuvo allí y vio el horror frío de lo que sucede (léalo aquí).
Para dar una alternativa luminosa al horror y frialdad de la cultura de la muerte nació la clínica Bella Natural Women’s Care (www.bellanwc.org). Al principio, no tenían pacientes y contaba con un equipo de 6 profesionales. Cuatro años después, cuenta con 7.000 pacientes registrados, 200 nuevos cada mes, y su equipo implica a 34 profesionales. Bella insiste siempre en ofrecer a la mujer un entorno hermoso, acogedor, de luz y esperanza y acompañamiento.
Ahora se amplía con más servicios de medicina familiar y además cuenta con dos clínicas más afiliadas, en colaboración con las oficinas para mujeres de Marisol Health (ReL contó aquí su historia)
y de Caridades Católicas. Es un ejemplo de trabajo en red eficaz, que
salva vidas y ayuda a las madres vulnerables y a sus familias.
“El éxito de nuestra oficina es porque Jesús está en la casa”, declara Dede Chism en la revista en español de la diócesis de Denver, El Pueblo Católico.
Dede Chism enseña a los periodistas la capilla de la clínica, que, dice, es esencial para que los iniciadores de este proyecto siempre recuerden la inspiración en el Espíritu Santo.
“Mi hija y yo habíamos vuelto de una misión médica en los Andes del Perú
donde encontramos mucho dolor en la gente”, explicó. “Y le dije: ´Creo
que nuestro Señor nos está pidiendo traer esto a casa´. Abbey me
contestó: ´Yo creo exactamente lo mismo´”. Así abrieron el centro,
contando con el apoyo del arzobispo.
La gente de Bella acude a la Marcha por la Vida de Colorado
El equipo médico hoy incluye tres doctoras, una enfermera obstetra y
cinco enfermeras más. Recientemente contrataron a la doctora Kathleen
McGlynn, una discípula del doctor Thomas Hilgers, pionero en métodos de
regulación natural de la fertilidad, los métodos éticos que la Iglesia
acepta cuando se dan motivos serios para espaciar nacimientos.
Contra la infertilidad, pero con métodos éticos
La clínica también busca soluciones éticas a los problemas de infertilidad. Los métodos de fecundación in vitro no son éticos: los seres humanos tienen derecho a ser engendrados en el abrazo amoroso
de los esposos, no en probetas. Además, muchos de los embriones humanos
así producidos se almacenan, seleccionan, manipulan, mueren, a veces se
compran y venden: son tratados como objetos, como sucedía antiguamente
en un mercado de esclavos.
Muchas veces, los problemas de infertilidad tienen causas
ginecológicas, obstétricas u hormonales que se pueden tratar, y así es
posible ayudar a los matrimonios infértiles (o poco fértiles) de forma
ética.
La doctora Kathleen McGlynn usa métodos de vanguardia para abordar esos retos. “Encontramos nuestros métodos para restaurar el cuerpo y las hormonas a lo que ellas necesitan", explica Dede, asegurando que es tan o más efectivo que la fertilización in vitro.
La clínica también ofrece servicios de reversión del aborto.
Esto se da en muchos casos en que la embarazada decide tomar pastillas
abortivas (bien en casa, bien en el centro abortista) pero enseguida se
arrepiente de lo que ha hecho (o le han hecho hacer). Puede acudir
rápidamente a Bella donde, en muchos casos, es posible bloquear los
efectos de los fármacos abortivos si se actúa a tiempo.
Una de cada tres pacientes no pueden pagar el coste completo de los servicios que contrata. Para ayudarlas, Bella recibe donativos de bienhechores.
“Estamos entusiasmados por lo que está sucediendo y por cómo el Señor
puede hacer cosas que serían imposibles para el hombre”, afirma Dede en
El Pueblo Católico.
Aquel "sí" valiente de dos católicas que volvían de servir en las
misiones en Perú ha dado ahora un gran fruto en Colorado. Además, la
experiencia de Bella está inspirando otras iniciativas similares en
Estados Unidos, y puede ser inspiración también en otros países del
mundo.
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