El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, muy seguido en redes sociales, denunciaba el pasado viernes la injusticia de que los telediarios españoles se hagan eco de una anécdota desagradable que implica a un cura en Francia y en cambio no recogieran hechos importantes como que los obispos nicaragüenses acudieran a las manifestaciones contra el Gobierno para impedir que se emplee una violencia que lleve a la muerte de participantes.
"Los telediarios españoles silencian la acción heroica de la Iglesia contra la tiranía en Nicaragua, al tiempo que hacen noticia de un anciano sacerdote francés de 89 años,
que ha dado un cachete a un niño en un bautismo", denuncia Munilla en
un post, que en Facebook se ha compartido 1.200 veces en menos de 40
horas y en Twitter ha recibido 1.100 retuiteados.
La anécdota del anciano cura francés
El día 21 se difundió el escándalo por las redes sociales en Francia
por un vídeo casero: un anciano sacerdote, de 89 años, en la colegiata
de Champeaux, pedía a un bebé que iba a bautizar que dejase de llorar,
lo intentaba acunar en su hombro, y como él lloraba más, le daba un cachete bastante fuerte.
En las redes sociales todo el mundo comentó la intensidad del
cachete, su necesidad, qué hacer cuando lloran los bebés en bautizos,
cómo debían haber actuado los padres, etc...
El bautizo de bebés no es nada insólito: se hace con millones cada año. Y la mayoría lloran. La anécdota de un cura anciano que pierde el sentido de la proporción recibió una atención desproporcionada ya no en las redes, sino en el telediario.
(La diócesis de Meaux pidió perdón y prohibió al sacerdote celebrar
más bodas y bautizos. "Esta pérdida de sangre fría puede explicarse por
el cansancio de este sacerdote, mayor, pero esto no lo disculpa", afirmó
la diócesis en un comunicado, que precisó que el religioso "consciente de este gesto inapropiado (...) pidió disculpas a la familia al final del bautizo).
La movilización de los obispos con el Santísimo
Mucha más relevancia, incluso histórica, tiene el hecho de que varios obispos de Nicaragua, incluyendo al nuncio papal y el cardenal Brenes, se reuniesen en una furgoneta y fueran rezando hasta el barrio de Monimbó en Masaya,
lugar en el que paramilitares afines al gobierno de Daniel Ortega han
matado y herido a numerosos manifestantes. Allí los obispos y el clero
que les acompañaba sacaron en procesión el Santísimo para evitar una nueva matanza en este mismo lugar, mezclándose con el pueblo en las calles.
"¡Que el mundo lo sepa! El Gobierno de Nicaragua se prepara con
antimotines y paramilitares para perpetrar otra masacre en el indefenso
barrio indígena de Monimbó, Masaya. ¡Presionen a Ortega, ayúdenos,
Monimbó no se toca!", afirmó el obispo Báez en su cuenta de Twitter.
La Arquidiócesis de Managua informó en su cuenta de Twitter “Su
Eminencia cardenal Leopoldo José Brenes junto a Su Excelencia Monseñor
Silvio José Báez y sacerdotes del Clero de la Arquidiócesis se trasladan
a Masaya a mediar sobre la situación y a estar con el pueblo
acompañándole. Pedimos a todos los fieles sus oraciones”.
Esto, según denuncia el obispo Munilla, es lo que los telediarios ignoraron pese a haber imágenes potentes, de gran carga simbólica, muy atractivas para la televisión. Pero quizá no tanto como la anécdota del cura anciano.
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