El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, inauguró este
martes el ciclo de conferencias organizado por la Archicofradía del
Apóstol Santiago. Monseñor Barrio habló de la espiritualidad de los
peregrinos. Sus primeras palabras fueron las siguientes: “El 31 de
diciembre de 2020 se abrirá la Puerta Santa, acto con que da comienzo el
tercer Año Santo Compostelano del siglo XXI. Es necesario preparar este
acontecimiento. Esta tarde reiniciamos el curso de conferencias
promovido por la Archicofradía del Santo Apóstol Santiago con el
sugerente lema: “¿A dónde vas peregrino?” Considero que
el peregrino jacobeo se encamina hacia un horizonte connotado por la
espiritualidad. La peregrinación jacobea ha de entenderse desde la
perspectiva teológica y según la referencia a la historia de la Iglesia,
a la tradición eclesiástica y a la experiencia del Antiguo Pueblo de
Israel, el Pueblo elegido. La historia de la Iglesia es Historia de la
salvación y sus contenidos sólo podremos comprenderlos intrínseca e
internamente en la dimensión de la fe. La Iglesia es presencia en el
tiempo e instrumento de la salvación hasta la segunda venida de Cristo.
En este horizonte hemos de situarnos para entender mejor la realidad y
el significado del Hecho Jacobeo desde una lectura
antropológico-católica evitando que la antropología del “homo viator” se
reduzca a una mera visión político-cultural-turística, vaciada de toda
dimensión religiosa y espiritual”.
Monseñor Barrio indicó, también, que “el peregrino en el camino
aprende, contempla y vive, volviendo enseña como testigo lo que ha
visto, oído y vivido. No olvidemos que estamos obligados a conquistar la
herencia recibida. La peregrinación jacobea es más que un mero símbolo
exterior. Es expresión de una concepción determinada del hombre y de su
relación con Dios, de la presencia de lo sacro en el corazón de nuestra
civilización, de la distinción entre lo temporal y lo espiritual. Es una
llamada a la esperanza cristiana que no es un ingenuo optimismo basado
en el cálculo de probabilidades y que ha de resonar desde la Casa del
Señor Santiago, mirando “hacia arriba” y caminando “hacia delante”.
El arzobispo dijo además que “la peregrinación es una ocasión para
potenciar la nueva evangelización de España y de Europa que vive la
tensión entre la afirmación de los nacionalismos y la búsqueda de un
principio unificador que contribuya a una regeneración espiritual, moral
e intelectual de nuestra sociedad”.
Archicompostela