
Una vida llena de prodigios
El P. Enfantin le pidió que realizara junto a él una novena que quería efectuar por una intención particular. Al quinto día, coincidiendo con la festividad del Sagrado Corazón, el sacerdote le dijo: "Madre, si tiene fe, dé un paso en honor al Sagrado Corazón de Jesús". Lo hizo y vio que podía caminar.
Con otras condiciones de salud, pudo dedicarse a viajar y extender la
obra abriendo nuevos conventos en Namur, Gante y Tournai. También ayudó
a los «Padres de la Fe» en su labor misionera por diversas localidades
hasta que su acción fue vetada por el gobierno.
Las fundaciones florecían cuando llegó la discordia de mano del
sacerdote sustituto del Padre Varin, el abad de Sambucy de St. Estève,
quien primeramente pretendió reformular las constituciones, algo a lo
que Julia se opuso, por lo cual alejó de ella a muchas personas y
comenzó a sembrar dudas respecto a la Orden.
El obispo de Amiens, monseñor Demandolx, influido por el abad, instó a
la fundadora a abandonar la diócesis, y se retiraron al convento de
Namur, donde el prelado de la ciudad monseñor Pisani de la Gaude las
acogió. Después, aunque el de Amiens reclamó su presencia, y Julia
intentó reconstruir la fundación, al no hallar quien la secundase
regresó a Namur para siempre.
En los últimos años de su vida siguió fundando nuevas casas y
formando a las religiosas. 1816 constituyó el declive de su salud. Y el 8
de abril de ese año falleció recitando el Magnificat. Pío X la
beatificó el 13 de mayo de 1906. Pablo VI la canonizó el 22 de julio de
1969.
Oremos
Señor Dios todopoderoso, que de entre tus fieles elegiste a santa
Maria Rosa Julia Billiart para que manifestara a sus hermanos el camino
que conduce a ti, concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a
Jesucristo, nuestro maestro, para que logremos así alcanzar un día,
junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino eterno. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo.
Artículo publicado originalmente por evangeliodeldia.org
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