“Hemos de agradecer la Eucaristía, recibirla con corazón limpio y
hacernos eucaristías como ofrecimiento a los demás, como presencia
consoladora y como factor de unidad. La participación en la Eucaristía
ha de traducirse en servicio. No podemos separar lo que creemos de lo
que hacemos. A veces nos dicen que nuestra fe es abstracta y
descarnada”. Así lo indicaba hoy en su homilía de la celebración de la
Cena del Señor el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio. En la
Eucaristía celebrada en la Catedral, acto con el que daba inicio el
Triduo Pascual, el arzobispo invitó a todos a salir de sí mismos y
servir a los más pobres. Monseñor Barrio pidió que se siguiese la
actitud de servicio de Jesús en el lavatorio de los pies. También pidió
orar por los sacerdotes.