“Damos gracias a Dios porque este lugar será “tienda de encuentro”,
casa de oración, de alabanza y de súplica, de culto y de adoración, de
gracia y de santificación”. Así se expresaba el arzobispo de Santiago de
Compostela, monseñor Julián Barrio, en la homilía de la Eucaristía de
Dedicación de la nueva iglesia de San José de Milladoiro, un templo que
ayer, a pesar de su capacidad, se “quedó pequeño”. La “comunidad viva”,
dijo monseñor Barrio, “es más sagrada que el templo material que
consagramos”. El arzobispo dijo que para construir “este templo vivo,
espiritual, que sois los que formáis esta comunidad parroquial, es
necesaria la oración constante, vivir todas las posibilidades que nos
ofrecen la liturgia, la catequesis y las múltiples actividades
pastorales, caritativas, misioneras y culturales que mantendrán siempre
“joven” a esta parroquia”.
Monseñor Barrio había llegado a las 11:00 de la mañana al nuevo
templo de Milladoiro. En sus salones tuvo ocasión de saludar a los
sacerdotes de la unidad pastoral, encabezados por José Manuel Guldrís.
Monseñor Barrio escuchó un relato del proceso de construcción del
templo, visitó una exposición y habló con los feligreses de San José de
Milladoiro. Toda la comunidad parroquial había estado trabajando para
que la ceremonia revistiese la solemnidad de este acontecimiento. Y todo
salió a la perfección.
“Nos acogemos al amparo de San José”, dijo el arzobispo, “patrono de
esta comunidad parroquial”. La Eucaristía se había iniciado con una
solemne procesión. A su término, y antes de iniciarse la Misa de
Dedicación, el arquitecto del templo, David Fernández, pronunció una
breve alocución y una de las catequistas explicó la simbología del
retablo que adorna el altar, una hermosa composición con la Sagrada
Familia, referencias trinitarias y eucarísticas.
Hubo bendición y aspersión del agua; oración de dedicación y unción
del altar y cruces; incensación del altar y del templo. La solemne
sencillez de los ritos, emocionaba. Y el cántico se elevaba al Señor
como ofrenda y homenaje en la fiesta de San José.
El nuevo templo cuenta con locales de servicio parroquial, vivienda
sacerdotal, columbario y un esbelto campanario exento. En verano de 2014
el arquitecto David Fernández Nogueira del Colegio Oficial de
Arquitectos de Galicia había recibido el encargo del centro parroquial
de San José de Milladoiro. El encargo consistía en la construcción de
una Iglesia como elemento central de un conjunto de servicios,
albergando espacios de diferentes usos para satisfacer las múltiples
necesidades de la comunidad, en ámbitos que van, desde la atención
pastoral, la asistencial y la formativa. Con el diseño se buscó la
integración del templo en el entorno, con una imagen externa pura y
rotunda en sus líneas arquitectónicas y una discreta ornamentación,
siendo claramente reconocible como templo a través de sus símbolos. Una
arquitectura de carácter más sensorial y menos visual.
El interior sigue las pautas de diseño marcadas por el Concilio
Vaticano II para fomentar una participación activa de los fieles en la
celebración. Se busca a través de una luz dosificada la solemnidad del
templo y la integración de los distintos elementos que conforman el
espacio sagrado cristiano.
El arquitecto resaltó la utilización de hormigón blanco prefabricado
para destacar que los materiales usados están en consonancia con la
realidad social de la parroquia, sin alardes ni ostentación.
En todo el periodo de gobierno diocesano de monseñor Barrio se han construido los siguientes templos nuevos en la Archidiócesis:
- S. Juan Apóstol, en Santiago
- San Francisco Javier, en A Coruña
- Iglesia de Arteixo
- Iglesia de Os Rosales, en A Coruña
- Iglesia de Fontiñas, en Santiago
- Iglesia de Monteporreiro, en Pontevedra
- Iglesia de los Santos Ángeles, en A Coruña
Al acabar la Eucaristía, los asistentes participaron en una comida de hermandad que reunió, al menos, a cuatrocientas personas.