
Eminentísimo Señor Cardenal Presidente,
Eminentísimos Señores Cardenales,
Excelentísimos Señores Arzobispos y Obispos,
Señoras y Señores:
Apreciando
vivamente la invitación presentada, valorando en ella un
signo de comunión con el Santo Padre, acudo a saludarles
fraternalmente y alentarles en los trabajos que ahora inician
mirando, con responsabilidad y unanimidad de corazón, el
bien de la Iglesia que está en España.
Las diferentes
responsabilidades que se confían para el servicio de todos,
tienen por fin, así lo indican los mismos estatutos,
fortalecer la misión evangelizadora y responder, de forma
más eficaz, al mayor bien que la Iglesia debe procurar también a
los hombres (cf. Estatutos, art. 1 §1). El fin que persigue la
Iglesia es la salvación de las almas, su verdadero bien, y este
lo procura por los medios que le ha confiado su mismo Fundador,
Nuestro Señor Jesucristo. El, como creemos firmemente, al
manifestarse y consumar su obra por el misterio pascual, “ha hecho brillar la vida y la inmortalidad”
(2 Tim 1,10). Por lo cual, en su misión, la Iglesia favorece el
sentido de la existencia, el sentido de la vida como alma de todo
proyecto verdaderamente humano, contribuyendo así al bien
común de la sociedad en construcción, por el amor que el mismo
Cristo Jesús pone en nuestros corazones con la presencia del
Espíritu Santo (Cf. 2Cor 1, 22).
2. En el
temario de esta Asamblea, observo gustoso que han reservado
con prontitud el debido espacio a un tema de vital
importancia. La reflexión sobre la Ratio “Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis”.
Para ello contarán con la presencia de S.E. Mons. Jorge Carlos
Patrón Wong, Secretario para los Seminarios de la Congregación
para el Clero. El documento, emanado por dicha Congregación
para el Clero, fue aprobado por el Santo Padre Francisco el
pasado 13 de octubre de 2016. Conscientes de la necesidad de
que la formación de los sacerdotes es un gran bien para cada
Diócesis, el documento pone de relieve la unidad y
continuidad de la formación del clero, e invita a la
elaboración de una Ratio nacional.
En estos días,
esta Conferencia Episcopal ha hecho pública la estadística
referente al clero y a los seminarios diocesanos en España;
hay en ella un apunte que, con confianza en el Señor, no debe
dejarnos cómodamente sin reacción. Al Obispo, como guía que
integra todos los demás carismas de su Diócesis, le compete el
fomento de las vocaciones sacerdotales. La Iglesia siempre
necesita pastores con formación sólida y ardor apostólico.
Dios ha querido necesitar hombres que vivan para Él y lo lleven a
los demás, y ha puesto, en el centro de su Iglesia, su presencia
eucarística. El asunto es vital para ella. La Iglesia tiene así
en la Sagrada Eucaristía la fuente y la cumbre de toda su acción
(Cf. SC n. 10), por tanto el fomento de las vocaciones
sacerdotales siempre será prioridad dentro del plan pastoral
del Obispo. En sus expresiones y testimonio, el Santo Padre
Francisco no solo invita a organizar una pastoral hecha
solamente sobre una mesa. Con ocasión del Congreso
Internacional de Pastoral Vocacional decía a los
participantes: “Ustedes también han experimentado un
encuentro que cambió vuestra vida, cuando otro sacerdote les
hizo sentir la belleza del amor de Dios. Hagan lo mismo saliendo,
escuchando a los jóvenes. […] La Iglesia en el mundo está
necesitada de sacerdotes maduros y equilibrados, de
pastores intrépidos y generosos, capaces de cercanía,
escucha y misericordia” (Discurso, 21/10/2016).
3.
Nada más. Solo terminar con las expresiones de un profundo
deseo que llevo constantemente a la oración y que les
encarezco mucho, se trata de una fraternal exhortación a la
unidad entre todos los miembros de este episcopado;
especialmente en esta hora. Es necesario para el desarrollo de
la tarea evangelizadora cuyos frutos espirituales
vivifican también la cohesión de la vida de una sociedad digna
del hombre para la gloria de Dios.
Señores Obispos, recurro
a la maternal intercesión de la Santísima Virgen María
encomendándole los trabajos que ahora inician. A todos y a
cada uno de ustedes reitero mi disponibilidad, es la misión que
el Santo Padre me confía.
Muchas gracias.
AgenciaSIC