“La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un
destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre
la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la
conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón»
(Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la
amistad con el Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona,
porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y,
con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar (cf. Homilía, 8
enero 2016)”. (Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2017)
(Conferencia Episcopal)
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