El padre salesiano, raptado tras el asesinato de cuatro religiosas, podría ser torturado y crucificado el próximo viernes. Convocada una oración intensa el Jueves Santo

El sacerdote Tom Uzhunnalil, de 56 años, era el capellán de las misioneras de Madre Teresa muertas por yihadistas en Adén, en Yemen, el pasado 4 de marzo. Desde la terrible tragedia que costó la vida a 16 personas, en el convento todavía no tienen noticias del padre salesiano, secuestrado mientras se encontraba en la capilla durante el transcurso de los hechos. No obstante, unos oscuros rumores llegados hasta la India hablan de una posible ejecución por “crucifixión” del padre salesiano el Viernes Santo, el próximo 25 de marzo, día de la Pasión y muerte de Cristo en la cruz.

A modo de respuesta, el rector mayor de los salesianos, el padre Ángel Fernández Artime, invita a todos los salesianos a unirse a “un momento muy intenso de oración” por la paz, con una intención especial para el padre Tom, en la tarde del Jueves Santo, “día especial de vigilias y de intensos momentos de oración”. El Jueves Santo es un momento fundamental en el año litúrgico, porque fue en Jueves Santo cuando Jesús instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio, cuando comenzó su Pasión y se abandonó definitivamente a la voluntad del Padre. El comunicado está recogido en la agencia de noticias de los salesianos, ANS.

En un mensaje por vídeo difundido en 20 idiomas este lunes 21 de marzo a través de las redes sociales, el rector de los salesianos expresa, en nombre de toda la congregación, “nuestra cercanía y nuestra solidaridad” con la familia del padre Uzhunnalil, natural del estado de Kerala, en la India. Miembro de una familia profundamente católica, su tío Matthieu, también salesiano, fallecido el año pasado, fue el fundador de la misión en Yemen.


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