El Papa Francisco decretó el cambio de una parte del Misal Romano dedicada al lavatorio de los pies. Para realizar el rito ya no serán elegidos sólo hombres y jóvenes, sino también mujeres o personas a las cuales se les explique el significado del gesto.
Lo explica el Pontífice a través de una carta dirigida al cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramento del Vaticano firmada el pasado 20 de diciembre de 2014 y divulgada por el Vaticano este jueves 21 de enero de 2016, acompañada al decreto del card. Sarah.
Lo explica el Pontífice a través de una carta dirigida al cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramento del Vaticano firmada el pasado 20 de diciembre de 2014 y divulgada por el Vaticano este jueves 21 de enero de 2016, acompañada al decreto del card. Sarah.
“Como he tenido oportunidad de decirle a voz, desde hace algún tiempo estoy reflexionando sobre el Rito del ‘Lavatorio de los pies’, contenido en la Liturgia de la Misa en Cœna Domini (La Cena del Señor),
en el intento de mejorar la forma de su realización, para que exprese plenamente el significado del gesto cumplido por Jesús en el Cenáculo, su donarse ‘hasta el final’ para la salvación del mundo, su caridad sin fronteras”, se lee en la carta.
El cambio del rito, que rememora la Cena del Señor, a su vez, recuerda los gestos realizados por el Pontífice el Jueves Santo de 2015, cuando lavó los pies personalmente a doce detenidos en la cárcel romana de Rebibbia, entre ellos, seis hombres y seis mujeres.
En el primer año de su pontificado, había lavado los pies a una joven musulmana en la cárcel de menores de Casal del Marmo en la misa que recordaba el gesto que realizó Jesús con sus discípulos la víspera de su pasión.
El Pontífice explicó su decisión así: “Después de una atenta ponderación, he llegado a la deliberación de aportar un cambio en las direcciones del Misal Romano.
Por ende, decido que sea modificada la dirección segunda, la cual indica que las personas seleccionadas para recibir el Lavatorio de los pies deban ser hombres o jóvenes, de manera que de ahora en adelante los Pastores de la Iglesia puedan escoger los participantes al rito entre todos los miembros del Pueblo de Dios.
Se recomienda además que a los elegidos sea dada una adecuada explicación del significado del mismo rito”, concluye.
El decreto llegó después de dos años de la solicitud del Papa (2014) debido a los tiempos técnicos y el trabajo en el cambio de los misales.
“Ha sido publicado ahora en la proximidad de la Semana Santa, tardaron un poco en publicarlo porque se trabajaba en la traducción y la reforma continua de los misales… Las conferencias episcopales serán informadas hoy de este cambio de manera que se volverá de uso común”, dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi, a la prensa.
El cardenal Sarah explicó que los pastores ahora pueden escoger a un grupo de fieles que representen la variedad y unidad de cada parte del pueblo de Dios. Ese grupo puede constar de hombres y mujeres, y de jóvenes, ancianos, enfermos, clérigos, religiosos y laicos.
Al cumplir el mencionado rito, “los obispos y los sacerdotes son invitados a ensimismarse íntimamente en Cristo que ‘no vino a hacerse servir, sino para servir’ (MT 20,28)”, se lee en el decreto.
Es un mandamiento “de amor fraterno que, efectivamente, compromete a todos los discípulos de Jesús, sin alguna distinción y excepción”, escribe la edición vespertina de L’ Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede.
El decreto no indica que sean 12 personas (evocación a los discípulos) las personas elegidas para representar el gesto hecho por Jesús en el Cenáculo.
Además, cabe recordar que el rito de lavar los pies no es obligatorio: los pastores pueden decidir hacerlo o no dependiendo de las circunstancias.
Las indicaciones – admite el periódico vaticano – sobre el rito conmemorativo de la institución de la Eucaristía confirman que tampoco tiene porque “catalizar toda la atención de la Misa del Señor”.
El cambio del rito, que rememora la Cena del Señor, a su vez, recuerda los gestos realizados por el Pontífice el Jueves Santo de 2015, cuando lavó los pies personalmente a doce detenidos en la cárcel romana de Rebibbia, entre ellos, seis hombres y seis mujeres.
En el primer año de su pontificado, había lavado los pies a una joven musulmana en la cárcel de menores de Casal del Marmo en la misa que recordaba el gesto que realizó Jesús con sus discípulos la víspera de su pasión.
El Pontífice explicó su decisión así: “Después de una atenta ponderación, he llegado a la deliberación de aportar un cambio en las direcciones del Misal Romano.
Por ende, decido que sea modificada la dirección segunda, la cual indica que las personas seleccionadas para recibir el Lavatorio de los pies deban ser hombres o jóvenes, de manera que de ahora en adelante los Pastores de la Iglesia puedan escoger los participantes al rito entre todos los miembros del Pueblo de Dios.
Se recomienda además que a los elegidos sea dada una adecuada explicación del significado del mismo rito”, concluye.
El decreto llegó después de dos años de la solicitud del Papa (2014) debido a los tiempos técnicos y el trabajo en el cambio de los misales.
“Ha sido publicado ahora en la proximidad de la Semana Santa, tardaron un poco en publicarlo porque se trabajaba en la traducción y la reforma continua de los misales… Las conferencias episcopales serán informadas hoy de este cambio de manera que se volverá de uso común”, dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi, a la prensa.
El cardenal Sarah explicó que los pastores ahora pueden escoger a un grupo de fieles que representen la variedad y unidad de cada parte del pueblo de Dios. Ese grupo puede constar de hombres y mujeres, y de jóvenes, ancianos, enfermos, clérigos, religiosos y laicos.
Al cumplir el mencionado rito, “los obispos y los sacerdotes son invitados a ensimismarse íntimamente en Cristo que ‘no vino a hacerse servir, sino para servir’ (MT 20,28)”, se lee en el decreto.
Es un mandamiento “de amor fraterno que, efectivamente, compromete a todos los discípulos de Jesús, sin alguna distinción y excepción”, escribe la edición vespertina de L’ Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede.
El decreto no indica que sean 12 personas (evocación a los discípulos) las personas elegidas para representar el gesto hecho por Jesús en el Cenáculo.
Además, cabe recordar que el rito de lavar los pies no es obligatorio: los pastores pueden decidir hacerlo o no dependiendo de las circunstancias.
Las indicaciones – admite el periódico vaticano – sobre el rito conmemorativo de la institución de la Eucaristía confirman que tampoco tiene porque “catalizar toda la atención de la Misa del Señor”.
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