Los santuarios –destacó– son lugares donde “nuestra gente vive una profunda espiritualidad”. En este sentido, la devoción se expresa también en la oración al Cristo Crucificado, el Rosario o la Vía Crucis…”.
Ana representa al peregrino que llora para pedirle a Dios un milagro
“Sería un error considerar que quien va a la peregrinación viva una espiritualidad no personal, sino de masa”, constató.
El peregrino lleva consigo “la propia historia” hecha de “fe”, además de “luces y sombras” presentes en la propia vida. “Cada uno lleva en el corazón un deseo especial y una oración particular”.
Quien entra en un santuario debe sentirse como en su casa, dijo el papa Francisco.
En este sentido, presentó la imagen bíblica de Ana, la madre del profeta Samuel, que representa al peregrino que visita “nuestros santuarios”. “Ella en el templo de Silo, con el corazón lleno de tristeza reza al Señor para tener un hijo. El sacerdote pensaba que estaba borracha y quería sacarla (cf. 1 Sam 1,12-14).
Los santuarios, entre misericordia, perdón y una sonrisa
“Los ojos fijos en el Crucifijo o en la imagen de la Virgen, una oración hecha con lágrimas a los ojos, llena de confianza,… el Santuario es realmente un espacio privilegiado para encontrar al Señor y tocar con las manos su misericordia”.
Los peregrinos muchas veces llegan al santuario cansados y con hambre, constató el Papa, y les exhortó a recibirlos como a un familiar. No importa que sea un anciano o un joven, un rico o un “turista curioso”.
Es suficiente una sonrisa para hacer sentir a una persona acogida, explicó.
El Pontífice invitó a acoger tan bien al peregrino que llegue a sentir “nostalgia” del lugar apenas visitado. “El Santuario es la casa del perdón”, reiteró.
“Una acogida muy especial es aquella que ofrecen los ministros del perdón de Dios. El Santuario es la casa del perdón, donde cada uno se encuentra con la ternura del Padre que tiene misericordia de todos, nadie está excluido”, afirmó.
“Quien se acerca para confesarse lo hace porque está arrepentido del propio pecado”, añadió. Dios lo “acoge”, lo “abraza” y no lo “condena”.
El contexto del discurso es el Año Santo de la Misericordia convocado por el Papa durante el año 2016 y que prevé la visita de millones de peregrinos en las basílicas de todo el mundo, quienes atravesarán la Puerta Santa.
Se estima que solo en España la Iglesia cuenta con 12.300 santuarios y ermitas, de los que 4.300 están dedicados a la Virgen, según datos de la Conferencia Episcopal.
Una selección de diez lugares, santuarios o basílicas para realizar un peregrinaje:
Tierra Santa
Basílica de San Pedro (Ciudad del Vaticano)
Fátima (Portugal)
La basílica de la Virgen de Guadalupe (México)
El santuario de la Virgen de Lourdes (Francia)
La catedral de Santiago de Compostela (España)
El santuario de la Divina Misericordia (Polonia)
La basílica de la Sagrada Familia en Barcelona (España)
La basílica de Nuestra Señora de Aparecida (Brasil)
La catedral de Notre Dame, París (Francia)
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