El libro- conversación “El nombre de Dios es Misericordia” del papa Francisco con el periodista italiano, Andrea Tornielli ha sido presentado este martes 12 de enero en la Sala del Instituto Augustinianum de Roma a nivel mundial (el libro se lanza contemporáneamente en 86 países).Entre los invitados de honor estuvo el cómico italiano, Roberto Benigni que realizó un monologo sobre la Misericordia y la alegría.
“Francisco está llevando consigo toda la Iglesia a un lugar del cual, casi nos habíamos olvidado, no lo pensábamos más…. la está llevando hacia Jesucristo, hacia el Evangelio, hacia el cristianismo”, dijo Benigni, mientras compartía el evento con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado.
Precisamente, la sonrisa invadió el auditorio: “Desde que era pequeño quería ser el Papa, entonces la gente reía, así descubrí ser un comediante”.
“Es un honor estar en el Vaticano en el Estado más pequeño del Mundo, donde reside el hombre más grande del mundo”, dijo Roberto Begnini
El también director y guionista de cine, premio Oscar por la película La Vida Es Bella, ayer encontró al papa Francisco junto a una pequeña delegación para entregarle el libro. “Me sentía como Zaqueo… no quiero equivocarme de Evangelio hablando en el Vaticano ”, contó entre las risas del público.
Marcos es el Evangelio preferido de Benigni, quien indicó que el primer milagro de Jesús es la curación de la suegra de Pedro, quien comentó apócrifamente : “No, no vayas a visitarla, está enferma”. “Es una bonita victoria de todas las suegras”. Ella “luego le preparó el almuerzo”.
“El hito del pontificado de Francisco es la misericordia, que no debe ser confundida con la piedad, que es dada desde el alto hacía abajo… Dentro de la misericordia hay alegría, la gravidez del perdón. La alegría es el gran dono secreto del cristianismo”, dijo antes de iniciar su explicación personal del libro-conversación.
¿Dónde está la justicia? “La justicia es el fin de la misericordia, que no cancela la justicia, va más allá. Un mundo con sólo la justicia sería frío, la misericordia es la base del cristianismo”.
La misericordia “no se queda quieta como el Papa; entre los pobres, los miserables”, comentó. “Muchos cristianos hoy no entrarían en la casa de Zaqueo”.
“Jesús es el sí de Dios […] Este libro se dirige a los no creyentes, lo dice el Papa, es una lucha entre quien cree y no….renunciar a sí, depender de los demás. Amar el propio enemigo, es el riesgo divino; amar”, sostuvo.
El amor cristiano “es misericordia y está nace del dolor. El Papa está lleno de ella y nos la quiere brindar” en un “diálogo” personal con él. “Si estas en el metro puedes leerlo y hablas por 15 minutos con el Papa de Misericordia…”, dijo en clave cómica.
El humorista italiano explicó que el Papa se desborda de misericordia en este libro-testimonio. “Con un mundo irreconocible, que quiere el odio y la condena, Francisco responde con la misericordia”.
“El dolor es más fuerte que el mal, porque el sufrimiento es el lugar de la solidaridad entre Dios y el hombre, entre Dios y el hombre no hay mejor colaboración; no hay gracia, si antes no hubo dolor”.
El Papa nos dice- según Benigni – que cada “acto de amor, de atención, de misericordia, es una resurrección y cada acto de egoísmo, de avaricia es un acto de muerte”.
El evento fue moderado por el p. Federico Lombardi S.J. y ha sido presentado por el card. Pietro Parolin, Secretario de Estado, Giusseppe Costa, director de la editorial del Vaticano, y además del testimonio de Zhang Agustín Jianqing, un ex-detenido chino que contó su conversión al cristianismo en la cárcel de Padova, Italia.
“Es un honor estar en el Vaticano en el Estado más pequeño del Mundo, donde reside el hombre más grande del mundo”, dijo Roberto Begnini
El también director y guionista de cine, premio Oscar por la película La Vida Es Bella, ayer encontró al papa Francisco junto a una pequeña delegación para entregarle el libro. “Me sentía como Zaqueo… no quiero equivocarme de Evangelio hablando en el Vaticano ”, contó entre las risas del público.
Marcos es el Evangelio preferido de Benigni, quien indicó que el primer milagro de Jesús es la curación de la suegra de Pedro, quien comentó apócrifamente : “No, no vayas a visitarla, está enferma”. “Es una bonita victoria de todas las suegras”. Ella “luego le preparó el almuerzo”.
“El hito del pontificado de Francisco es la misericordia, que no debe ser confundida con la piedad, que es dada desde el alto hacía abajo… Dentro de la misericordia hay alegría, la gravidez del perdón. La alegría es el gran dono secreto del cristianismo”, dijo antes de iniciar su explicación personal del libro-conversación.
¿Dónde está la justicia? “La justicia es el fin de la misericordia, que no cancela la justicia, va más allá. Un mundo con sólo la justicia sería frío, la misericordia es la base del cristianismo”.
La misericordia “no se queda quieta como el Papa; entre los pobres, los miserables”, comentó. “Muchos cristianos hoy no entrarían en la casa de Zaqueo”.
“Jesús es el sí de Dios […] Este libro se dirige a los no creyentes, lo dice el Papa, es una lucha entre quien cree y no….renunciar a sí, depender de los demás. Amar el propio enemigo, es el riesgo divino; amar”, sostuvo.
El amor cristiano “es misericordia y está nace del dolor. El Papa está lleno de ella y nos la quiere brindar” en un “diálogo” personal con él. “Si estas en el metro puedes leerlo y hablas por 15 minutos con el Papa de Misericordia…”, dijo en clave cómica.
El humorista italiano explicó que el Papa se desborda de misericordia en este libro-testimonio. “Con un mundo irreconocible, que quiere el odio y la condena, Francisco responde con la misericordia”.
“El dolor es más fuerte que el mal, porque el sufrimiento es el lugar de la solidaridad entre Dios y el hombre, entre Dios y el hombre no hay mejor colaboración; no hay gracia, si antes no hubo dolor”.
El Papa nos dice- según Benigni – que cada “acto de amor, de atención, de misericordia, es una resurrección y cada acto de egoísmo, de avaricia es un acto de muerte”.
El evento fue moderado por el p. Federico Lombardi S.J. y ha sido presentado por el card. Pietro Parolin, Secretario de Estado, Giusseppe Costa, director de la editorial del Vaticano, y además del testimonio de Zhang Agustín Jianqing, un ex-detenido chino que contó su conversión al cristianismo en la cárcel de Padova, Italia.
Aleteia
