Feligreses de todas las edades ocuparon el pasado sábado las mas de 1.800 sillas que fueron distribuidas a lo largo de toda la catedral, respetando las zonas reservadas para los cerca de 450 sacerdotes venidos de toda España, familiares y amigos de don Fidel.
El nuevo arzobispo de Burgos estuvo arropado durante la solemne eucaristía de toma de posesión por el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, el ya arzobispo emérito, Francisco Gil Hellín, el colegio de Consultores y el cabildo catedralicio.
El nuevo arzobispo de Burgos estuvo arropado durante la solemne eucaristía de toma de posesión por el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, el ya arzobispo emérito, Francisco Gil Hellín, el colegio de Consultores y el cabildo catedralicio.
Además, asistieron cuatro cardenales, diez arzobispos y veintiéis obispos entre los que se encontraban el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid; mons. Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid; mons. Juan Antonio Martínez, obispo auxiliar de Madrid; el cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid; el cardenalCarlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla; el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia; mons. Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela; mons. Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona; mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao; José María Gil Tamayo, secretario general de la Conferencia Episcopal Española; los abades de San Pedro de Cárdena, Roberto de la Iglesia, y del monasterio de Silos,Lorenzo Maté.
Autoridades civiles y militares de la ciudad, personalidades académicas e institucionales y de la Asociación Católica de Propagandistas quisieron estar presentes también en la ceremonia. Cabe destacar, entre otros, al jefe de la secretaría de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, Alfonso Sanz Portolés; Javier Lacalle, alcalde de Burgos; Baudilio Fernández Mardomingo, delegado provincial de la Junta de Burgos; César Rico, presidente de la Diputación de Burgos; Antonio Méndez Pozo, presidente de la Cámara de Comercio de Burgos; José María Arribas, subdelegado del Gobierno; Alfonso Murillo Villar, rector de la Universidad de Burgos; Antonio Calvo Bernardino, rector de la Universidad San Pablo-CEU; Carlos Romero Caramelo, presidente de AcdP; Jesús María Cirujano Pita, coronel subdelegado de Defensa; Manuel Romero, General de División;Francisco Conde, consejero de Industria y Trabajo de la Xunta de Galicia, y José Luis Arranz, General Guardia Civil de Madrid; Marcelino Oreja, exministro de Interior y José María Álvarez del Manzano, ex alcalde de Madrid.
Tras la lectura del evangelio, don Fidel pronunció su primera homilía en la quereveló a todos los asistentes las líneas maestras sobre las que quiere asentar su ministerio episcopal en Burgos: «Deseo cumplir cada día callada y sencillamente con este “oficio de amor”, para que la entrega de mi vida, que es de Dios y es vuestra, llegue a todos, especialmente a quienes más necesitan de la cercanía de la Iglesia y del Señor, el Buen Pastor». Y es que para el nuevo arzobispo, su ministerio se traduce en «optar por el amor» y «salir al encuentro de los demás», «ayudaros con la autoridad de Cristo Cabeza y su estilo de Buen Pastor a ser dóciles a la acción de Dios, único constructor de nuestra Iglesia diocesana». De este modo, ha pedido oraciones a los burgaleses para que «en el encuentro con todos y cada uno de vosotros sepa acompañar y compartir, escuchar y proclamar, confirmar y corregir, vendar y perdonar y, sobre todo amar, amar y servir».
Don Fidel –que dijo sentirse «indigno y pequeño» al llegar a «esta diócesis de antiquísima historia» y «de profundas raíces cristianas»– manifestó que desea llevar a la práctica las palabras que inspiraron el lema de su ordenación sacerdotal y ministerio episcopal «Para que tengan vida», entresacadas del evangelio de Juan. En este sentido, quiere promover una «Iglesia sensible y atenta a quienes más nos puedan necesitar, a los ancianos, a los niños, al dolor de nuestros hermanos en cualquier situación de pobreza, de enfermedad, de soledad, de carencia de Dios».
Aunque ha manifestado «no traer ningún plan pastoral preconcebido» ha manifestado su deseo de continuar con el ya puesto en marcha desde la diócesis poniendo un «acento especial en anunciar con palabras y obras la misericordia del Señor» en el año jubilar que comenzará en toda la Iglesia las próximas semanas. Una tarea en la que desea que todos los cristianos caminen mano a mano junto a su pastor: «Vamos a caminar juntos, en la comunión de la Iglesia. Estoy a vuestro servicio. Cuento con todos vosotros. Os doy las gracias desde hoy».
Con el acto de toma de posesión, don Fidel Herráez se convierte en el cuadragésimo noveno arzobispo de Burgos, sumándose así a la lista de obispos y arzobispos que han presidido esta Iglesia cuyos orígenes se remontan al siglo III. Un hecho que une directamente a la Iglesia burgalesa con la fe heredada de los apóstoles, de los que don Fidel es sucesor. De ahí que el de hoy haya sido un hito más en la dilatada historia de la diócesis y del que el pueblo burgalés ha querido ser partícipe.
La toma de posesión del nuevo arzobispo estuvo marcada por una santa misa con ritual propio, tal y como detalla el ceremonial de los obispos. Don Fidel Herráez se sentó con mitra en la cátedra y recibió el báculo. Posteriormente, presidió una eucaristía muy sentida y participada por el pueblo de Dios. Los solemnes cánticos interpretados por el Orfeón de Burgos acompañaron a los fieles congregados en la catedral en una cariñosa acogida a su nuevo pastor.
AgenciaSIC