El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, visitó en la mañana del domingo, el centro Vieiro de Cáritas Diocesana, con motivo de las jornadas de puertas abiertas incluidas en la campaña Personas sin Hogar. El prelado, que fue recibido por el director de la institución diocesana, se interesó por los trabajos y las necesidades que tienen los usuarios de este centro, sobre todo los murales con lemas y textos alusivos a su situación, que colgaron en la finca . Recordó que es fundamental que se garanticen las condiciones para la vida en dignidad de la persona, sobre todo de las que mayor exclusión sufren, las personas sin hogar. “Se trata de un severo problema de exclusión social que afecta a un importante número de personas y que aumenta de forma alarmante”, indicó. Agradeció el trabajo diario de los voluntarios de Cáritas.
Para monseñor Barrio estos colectivos de personas constituyen grupos prioritarios de ayuda, “no debemos olvidar que tener una casa no es un privilegio, es un derecho”, afirmó. Considera que a diario nos encontramos con personas en situación de exclusión residencial.
Piensa el arzobispo de Santiago que este tipo de jornadas de sensibilización y denuncia deben ser llamadas de atención para que las personas “puedan vivir con la dignidad plena que ostentan”.
En su conversación con los usuarios del centro Vieiro insistió en que nadie escoge libremente vivir en la calle, que todas las personas deben tener un hogar, “debemos tener muy presente el sufrimiento que supone vivir en estas condiciones”.
Les anunció que el próximo año el centro dispondrá de unas nuevas instalaciones que se van a ubicar en un edificio contiguo al antiguo asilo de Carretas. “En estos momentos estamos con todos los trámites y queremos que la obra empiece lo antes posible”.
Antes de abandonar el centro firmó en el mural realizado por los usuarios para recordar la campaña anual de las Perronas sin Hogar.
Lugar de acogida
El centro Vieiro, ubicado en la Rúa Costa Vella, 6 que ha superado ya su primera década de actividad, atiende diariamente a más de un centenar de personas. Se trata de un lugar para resguardarse de la lluvia y el frio, desarrollar actividades y realizar gestiones por medio de los técnicos del centro. En unas instalaciones consideradas como de mínima exigencia, se desarrollan distintas actividades: Acogida e información de los recursos que hay en la ciudad; orientación psicosocial; formación ; empleo, talleres; formación prelaboral; salud, acompañamiento y seguimiento médico, control de citas médicas, administración de tratamientos; café y calor, alimentación básica; higiene personal; consigna para dejar durante un tiempo sus enseres; medio de comunicación y localización, facilitándoles el uso de llamadas de teléfono y la dirección para que puedan ser localizados por sus familias, temas judiciales, de oficina de empleo, etc; actividades de ocio y tiempo libre y salidas culturales y videoforum.
Piensa el arzobispo de Santiago que este tipo de jornadas de sensibilización y denuncia deben ser llamadas de atención para que las personas “puedan vivir con la dignidad plena que ostentan”.
En su conversación con los usuarios del centro Vieiro insistió en que nadie escoge libremente vivir en la calle, que todas las personas deben tener un hogar, “debemos tener muy presente el sufrimiento que supone vivir en estas condiciones”.
Les anunció que el próximo año el centro dispondrá de unas nuevas instalaciones que se van a ubicar en un edificio contiguo al antiguo asilo de Carretas. “En estos momentos estamos con todos los trámites y queremos que la obra empiece lo antes posible”.
Antes de abandonar el centro firmó en el mural realizado por los usuarios para recordar la campaña anual de las Perronas sin Hogar.
Lugar de acogida
El centro Vieiro, ubicado en la Rúa Costa Vella, 6 que ha superado ya su primera década de actividad, atiende diariamente a más de un centenar de personas. Se trata de un lugar para resguardarse de la lluvia y el frio, desarrollar actividades y realizar gestiones por medio de los técnicos del centro. En unas instalaciones consideradas como de mínima exigencia, se desarrollan distintas actividades: Acogida e información de los recursos que hay en la ciudad; orientación psicosocial; formación ; empleo, talleres; formación prelaboral; salud, acompañamiento y seguimiento médico, control de citas médicas, administración de tratamientos; café y calor, alimentación básica; higiene personal; consigna para dejar durante un tiempo sus enseres; medio de comunicación y localización, facilitándoles el uso de llamadas de teléfono y la dirección para que puedan ser localizados por sus familias, temas judiciales, de oficina de empleo, etc; actividades de ocio y tiempo libre y salidas culturales y videoforum.
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