Para poder sobrellevar 24 h
confinados en un espacio pequeño es fundamental respetar los espacios
vitales de libertad: dejar tiempo para hacer actividades personalmente
agradables, mantener las relaciones sociales a través de las redes…
¡Confianza!
El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a
poseer, a dominar. Esa libertad, que hace posibles espacios de
autonomía, apertura al mundo y nuevas experiencias, permite que la
relación se enriquezca y no se convierta en un círculo cerrado sin
horizontes (Francisco, Amoris Laetitia, 115)
Un sábado Jesús y sus discípulos atravesaban un sembrado arrancando espigas. Los fariseos estaban al acecho (Mt. 12, 1-8)
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Foto: Miguel Castaño