Siempre que en el monasterio hayan de tratarse asuntos de
importancia, el abad convocará toda la comunidad y expondrá él
personalmente de qué se trata. Una vez oído el consejo de los hermanos,
reflexione a solas y haga lo que juzgue más conveniente. Y hemos dicho
intencionadamente que sean todos convocados a consejo, porque muchas
veces el Señor revela al más joven lo que es mejor. Por lo demás,
expongan los hermanos su criterio con toda sumisión, y humildad y no
tengan la osadía de defender con arrogancia su propio parecer, sino que,
por quedar reservada la cuestión a la decisión del abad, todos le
obedecerán en lo que él disponga como más conveniente.
(REGLA de san BENITO capítulo III: Cómo se han de convocar los hermanos a consejo, 1-5)
El discernimiento comunitario.
Es un tema capital en el que colabora el servicio de la autoridad y
la obediencia fraterna. En un monasterio benedictino la autoridad del
abad o abadesa no se discute (al menos teóricamente…), “hace las veces
de Cristo en la comunidad” (RB 2). Pero, a la vez, la abadesa o el abad
cuentan con la aportación de todos, incluso del más joven del monasterio
porque “a menudo revela el Señor al más joven lo que es mejor” (RB 3).
¿Palabras sorprendentes en una regla del s. VI? Quizá, sí… Quizá, no…
San Benito era un “varón de Dios” y Dios escucha a todos…
De hecho, en la Santa Regla encontramos múltiples modos de obrar,
sugerencias para una buena y fructuosa convivencia: desde elementales
normas de educación, de “urbanidad” (RB 63), hasta situaciones abiertas
porque no es posible -ni deseable- legislar todo. Esto hace que este
documento tan antiguo esté vivo tras más de XV siglos de historia y
encarnado en los cinco Continentes. Por eso, muchos empresarios se están
dejando inspirar en su sabiduría y discreción.
Nuestra fe es comunitaria, somos hijos de un mismo Padre y hermanos
unos de otros, nuestra “vida eclesial” no puede ser de una hora cada
domingo y ya… empezó con nuestro bautismo y… ¡hasta la eternidad!
¿Cómo vivimos la realidad de la obediencia? ¿Del contar con que tiene
que haber alguien que lidere un grupo? En una empresa o familia no
implica necesariamente el espíritu de fe, pero sí la lealtad y el saber
trabajar en equipo para bien de todos.
pastoralsantiago.es