
Maite López – Amando hasta el extremo · https://youtu.be/hxCelg9G4h8
“Y a ti, una espada te traspasará el alma» (Lc 2,
35). Ella que había dado la vida al Hijo, recibe ahora su muerte. Esta
estación está esculpida en la Piedad de Miguel Ángel con una
gran belleza. Pero si alguno de nosotros ha contemplado en la realidad
la entrega del cuerpo de un hijo a su madre, veremos que es «una espada
que atraviesa el alma». En tantas guerras donde mueren niños y jóvenes,
en atentados, en accidentes, en peleas… aquí está el cuerpo de Jesús en
brazos de María.
ACTUALIDAD
Es la estación de quienes no soportan su suerte y se separan de la
cruz. Aquellos que ya no pueden más. Aquellos que no encuentran un
motivo para vivir. Que ya no esperan nada. Que no se aceptan. Los
suicidas, las infidelidades de cualquier clase que destrozan el alma.
Los que se van de su casa. Los que soportan situaciones límite. Los que
en este tiempo despiden a los fallecidos de Coronavirus. Los bosques de
ataúdes en un Pabellón de Hielo.
TÚ, YO, NOSOTROS
Nuestras indiferencias y frialdades ante situaciones límite. La
postura del hijo mayor, que se queda y no entiende al que se va de casa.
¿He ofrecido siempre una actitud de acogida, de escucha o he
contribuido a crear una atmósfera cargada de moralismo, donde yo me creo
en el lugar adecuado y los otros son los que se equivocan?
Señor Jesús, méteme en la cabeza que yo me
«sostengo» en cuanto me «sostienen» los clavos. Los clavos de la
coherencia, del sacrificio, de la convicción, del encuentro contigo en
la oración del amor… Sí, mi fidelidad depende de la profundidad con que
me penetren los clavos, del compromiso de saber lavar los pies de mis
hermanos.
Montse de Javier · Comunidade Caná
pastoralsantiago.es