El coronavirus primero obligó a suspender numerosas peregrinaciones a Tierra Santa ante las medidas tomadas por Israel para evitar contagios en su territorio al obligar a hacer cuarentena a los fieles llegados de numerosos países. Sin embargo, la pandemia ha obligado también a cerrar templos y santos lugares que normalmente están repletos de fieles.
Hace unas semanas la Custodia se felicitaba por los grandes datos de peregrinos en el año 2019 y pocas semanas después el escenario se ha dado la vuelta. Tal y como informan los franciscanos, desde el 12 de marzo y hasta nuevo aviso se han cancelado todas las misas reservadas por grupos de peregrinos en todos los santuarios de Tierra Santa. En enero y febrero hubo todavía miles de celebraciones. Los números cayeron a cero en marzo.


Ante esta situación de emergencia, fray Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, comenta esta dura realidad que vive el mundo, y también Tierra Santa: “Es la sensación de un momento dramático, claramente de un momento de emergencia, porque esta realidad la recordamos solo en momentos de guerra, momentos de peligro físico. Ahora el peligro se debe a este virus, que se ha difundido por todo el mundo y es correcto, en este momento, velar por la salud de las personas”.

Por ello, el custodio considera “correcto suspender de manera temporal las peregrinaciones, y es correcto que estemos nosotros para rezar en los santos lugares por todos aquellos que no pueden venir a visitarlos, por todos aquellos que están sufriendo a causa de la pandemia, por todos aquellos que están dando la vida asistiendo a los enfermos. Rezamos, porque estos son lugares que nos recuerdan el misterio de la salvación y tantas curaciones que el mismo Jesús obró.”

“En Cafarnaún —explica el custodio— hasta hace pocos días se veían llegar miles de personas cada día y ahora está vacío. Pero este es el lugar donde Jesús devolvió la vida a la hija de Jairo, y es el lugar donde Jesús curó a la hemorroísa y en la que hizo el hermosísimo discurso del pan de vida…, recordándonos que quien cree en él y quien lo recibe con fe está ya en otra dimensión que en el vocabulario del Evangelio se llama vida eterna.”

También la Custodia de Tierra Santa, como hizo ya el papa Francisco, propone continuar haciendo accesibles las celebraciones en streaming, gracias a la ayuda de la tecnología.

El padre Patton comenta que “esto permite a las personas mantener un contacto. Aquellos que han estado aquí como peregrinos pueden de alguna manera volver a ver estos lugares, unirse espiritualmente a la celebración que tiene lugar aquí. Para nosotros es fundamental vivir la dimensión de la oración y del misterio que cada uno de estos lugares lleva consigo. A partir de los más importantes, como el Santo Sepulcro o Belén, que está temporalmente cerrada. Para nosotros es fundamental celebrar, rezar, recordar que Dios ha venido entre nosotros en su Hijo y que en su Hijo Jesús ha vencido al mal…. Incluso el mal físico, incluso las enfermedades y la muerte.”

Ante una situación excepcional es importante afrontar estos momentos también de una manera diferente y para ello la Custodia propone una peregrinación de otro tipo, que se puede hacer desde cada hogar.

“Es importante que hagamos una peregrinación de otro tipo, que es la peregrinación de la oración, una de las dimensiones más fuertes de una peregrinación. Una oración constante, diaria, incesante, para que cese la pandemia y para que se consiga encontrar un remedio… Y una oración incesante por los enfermos, por los enfermeros y médicos… Y por las personas que están sufriendo”, concluye el Custodio de Tierra Santa.
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