
Aún así, había un par de centenares de personas en la plaza de San
Pedro, cuidando de mantenerse a distancia unos de otros, algunos de
ellos peregrinos extranjeros. También había manifestantes formando un círculo alrededor del obelisco pidiendo paz para Siria e Idlib,
donde sirios y turcos chocan con grandes daños para la población civil.
Sin embargo, estos manifestantes no llegaban a tocarse, manteniéndose a
distancia entre ellos.
Por deferencia a las personas en la plaza, el Papa se asomó un minuto
a la ventana del Palacio y saludó con la mano en distintas direcciones,
aunque sin pronunciar ningún mensaje.
“Es un poco extraña esta oración del Ángelus de hoy con el Papa ‘enjaulado’ en la Biblioteca, pero yo los veo, les soy cercano”, improvisó el mismo Pontífice en su aparición televisada desde la Biblioteca del Palacio Apostólico.
“Este modo de hoy de rezar el Ángelus lo hacemos para cumplir las
disposiciones preventivas, para evitar pequeñas multitudes de personas,
que pueden favorecer la transmisión del virus”, advirtió el Pontífice.
El Papa comenta la Transfiguración
El Pontífice comentó la lectura de este domingo, su transfiguración
ante tres discípulos. "Al llegar a la cima del monte se transfiguró ante
los tres discípulos: «su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz» (v.
2). A través del maravilloso evento de la Transfiguración – dijo el
Pontífice – los tres discípulos están llamados a reconocer en Jesús al
Hijo de Dios resplandeciente de gloria. De este modo avanzan en el
conocimiento de su Maestro, dándose cuenta de que el aspecto humano no
expresa toda su realidad; a sus ojos se revela la dimensión sobrenatural
y divina de Jesús.
La voz que resuena desde lo alto «Este es mi Hijo amado …
escúchenlo», del Padre celestial, “confirma la ‘investidura’ de Jesús",
señala el Papa, ya hecha el día de su bautismo en el Jordán. Es la
invitación a los discípulos “a escucharlo y seguirlo”.

La clave es que Jesús elige según su plan de amor; el amor de Jesús
no tiene medidas: ¡es amor! Y Él elige con aquel plan de amor. Es una
elección libre e incondicional, una iniciativa libre, una amistad divina
que no pide nada a cambio. Y así como llamó a esos tres discípulos,
también hoy llama a algunos a estar cerca de Él, para poder ser
testigos. Ser testigos de Jesús es un don que no hemos merecido: nos
sentimos inadecuados, pero no podemos echarnos atrás con la excusa de
nuestra incapacidad.
"No tengo tiempo para rezar, para servir...", pero con el Espíritu podemos
Aunque “no hemos estado en el Monte Tabor” ni hemos visto con
nuestros ojos “el rostro de Jesús brillando como el sol”, el pontífice
recuerda, en este segundo domingo de Cuaresma, que sin embargo “a nosotros también se nos ha dado la Palabra de salvación, se nos ha donado la fe y hemos experimentado de diferentes maneras la alegría de encontrarnos con Jesús”. También a nosotros Jesús nos dice: "Levántense y no tengan miedo" (Mt 17:7).
En este mundo, marcado por el egoísmo y la codicia, la luz de Dios se
opaca por las preocupaciones de la vida cotidiana. A menudo decimos: no tengo tiempo para rezar, no puedo hacer un servicio en la parroquia, responder a las peticiones de los demás... Pero no debemos olvidar que el Bautismo que recibimos nos hizo testigos, no por nuestra capacidad, sino por el don del Espíritu.
En el tiempo propicio de la Cuaresma, - concluyó el Papa - que la
Virgen María nos obtenga esa docilidad al Espíritu que es indispensable
para emprender resueltamente el camino de la conversión.
El Papa pide priorizar el esfuerzo de paz en Siria, ante la guerra de Idlib
El Papa, sabiendo que había personas en la plaza pidiendo la paz para
Siria, declaró, tras el rezo del Ángelus: "Saludo a las asociaciones y
grupos reunidos para expresar su solidaridad con el pueblo sirio y, en
particular, con los habitantes de la ciudad de Idlib y del noroeste de
Siria, - los estoy viendo desde aquí - obligados a huir de los recientes
acontecimientos de la guerra. Queridos hermanos y hermanas, renuevo mi gran aprensión, mi dolor por esta situación inhumana de estas personas indefensas, entre los cuales muchos niños, que están arriesgando sus vidas. No debemos apartar la vista de esta crisis humanitaria, sino darle prioridad sobre todos los demás intereses. Recemos por esta gente, estos hermanos y hermanas nuestros que sufren tanto en el noreste de Siria en la ciudad de Idlib".
El ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ha informado de que desde diciembre más de 961.000 personas han tenido que abandonar Idlib y Alepo para salvar sus vidas.
La Audiencia del Miércoles... será también por Internet
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que la Audiencia
General del próximo miércoles 11 de marzo también “se llevará a cabo del
mismo modo” para evitar “los riesgos de difusión del COVID-19 provocados por las multitudes de personas durante los controles de seguridad para el acceso a la plaza, como solicitan las autoridades italianas”.
La misa en Santa Marta, sin feligreses hasta el 15 de marzo
Además, el comunicado vaticano difundido el 7 de marzo anunció que la
participación a la celebración de la Misa del Papa en la Casa Santa
Marta “será suspendida” hasta el domingo 15 de marzo “en conformidad a
lo establecido por la Dirección de Salud e Higiene del Vaticano” por lo
que “el Santo Padre celebrará en privado la Eucaristía”.
Por su parte, la Diócesis de Roma también acordó una serie de medidas preventivas en su territorio diocesano:
- la comunión obligatoria en la mano,
- la suspensión del rito de la paz en la Misa
- y el vaciado de las pilas de agua bendita.
- la suspensión del rito de la paz en la Misa
- y el vaciado de las pilas de agua bendita.
También acordó suspender en Roma todos los actos pastorales no
sacramentales, como catequesis, ejercicios espirituales o cursos
prematrimoniales.
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