El arzobispo compostelano, monseñor Julián Barrio, ha impulsado la
puesta en marcha de la Adoración Perpetua en la ciudad del Apóstol, una
realidad de devoción eucarística que ya existe desde hace más de tres
años en la ciudad de A Coruña, en el Convento de las Bárbaras. Para este
fin, desde hace unos días el padre Justo A. Lo Feudo, misionero del
Santísimo Sacramento, promotor en A Coruña, se encuentra ahora en
Compostela. La parroquia que alojará esta Adoración Perpetua, según
explica Lo Feudo, es la de San Fernando, en el ensanche santiagués, un
templo que ya dedica varias horas al día a la adoración eucarística.
«Ahora se trata de conseguir que haya turnos de adoración al Santísimo
las veinticuatro horas del día, todos los días del año”, explica el
misionero, resaltando además que -al igual de A Coruña y otros 57 sitios
de España- son, fundamentalmente, los fieles laicos quienes cubren
todas las horas de adoración del día y de la noche. A los fieles
seglares corresponde también la coordinación que permite asegurar que no
haya hora sin alguien adorando al Santísimo.
Convencido de que se va a conseguir este objetivo, que ya cuenta con
miles de capillas en todo el mundo, el padre Lo Feudo va a visitar
distintas iglesias para predicar e invitar a los fieles a participar de
la adoración perpetua, y lo hará en las homilías de las Misas
dominicales. Asimismo, ha de mantener charlas y encuentros con distintas
realidades eclesiales así como conducirá un retiro en el Seminario
Mayor compostelano.
El Padre Justo pertenece a la comunidad Misioneros de la Santísima
Eucaristía, con sede en Francia. El carisma de los misioneros es el de
promover la adoración perpetua a la Eucaristía y lo hacen por medio de
misiones, como la presente, y de conferencias, retiros, congresos. Todos
los años llevan a cabo, en Saint Maximin-la-Sainte-Baume, un encuentro
internacional sobre la adoración eucarística a la que suelen asistir
prelados, teólogos y personalidades de los distintos ambientes de la
cultura. Los encuentros están orientados a la formación y a ofrecer
testimonios de conversión y vida eucarística.
¿Qué es la Adoración Eucarística Perpetua?
Hay adoración perpetua cuando el Santísimo Sacramento es expuesto a
la adoración de los fieles día y noche, todos los días del año -es
decir, siempre- con la sola interrupción de la celebración eucarística.
La adoración perpetua es la respuesta en el tiempo hacia quien no
deja de ser Dios y de amarnos de amor eterno, y constituye la máxima
expresión de devoción hacia Jesús Eucaristía.
La Iglesia, a través de su Magisterio, recomienda la adoración perpetua en todas las ciudades y centros urbanos. “Es
muy recomendable que, en las ciudades o en los núcleos urbanos, al
menos en los mayores, el Obispo diocesano designe una iglesia para la
adoración perpetua, en la cual se celebre también la santa Misa, con
frecuencia o, en cuanto sea posible, diariamente…” (Redemptionis
Sacramentum n.140).
“Por tanto, unido a la asamblea sinodal, recomiendo ardientemente
a los Pastores de la Iglesia y al Pueblo de Dios la práctica de la
adoración eucarística, tanto personal como comunitaria…Además, cuando
sea posible, sobre todo en los lugares más poblados, será conveniente
indicar las iglesias u oratorios que se puedan dedicar a la adoración
perpetua..Al mismo tiempo, deseo animar a las asociaciones de fieles,
así como a las Cofradías, que tienen esta práctica como un compromiso
especial, siendo así fermento de contemplación para toda la Iglesia y
llamada a la centralidad de Cristo para la vida de los individuos y de
las comunidades.” (Sacramentum Caritatis n.67)
Beneficios de la Adoración Perpetua
Por medio de la adoración perpetua la iglesia está siempre abierta,
para que quien quiera que sea, en el momento que sea, pueda encontrarse
con su Señor y Salvador, y tener un momento de paz y de silencio.
Los adoradores –que al apuntarse con una hora semanal permiten que
todas las horas estén cubiertas- conforman una fraternidad eucarística
que da testimonio al mundo de su fe y de su amor hacia el Señor en su
presencia eucarística. Testimonio más elocuente y convincente que muchas
predicaciones y documentos y planes que podamos imaginar.
Porque una capilla o iglesia siempre abierta donde haya
continuamente, a toda hora del día y de la noche, personas en adoración,
interpela al mundo, atrae a aquellos que están en la búsqueda de Dios y
llama la atención de los que están alejados de Dios invitándoles a
acercarse.
La adoración eucarística perpetua origina una comunidad contemplativa
– donde se reza sin cesar- que se vuelve escuela de oración.
Y así, cientos de personas en oración incesante descubren la belleza y
la riqueza del encuentro con Dios, hacen experiencia directa de Dios,
entran en intimidad con Él y desean conocerlo aún más, con el resultado
de mayor crecimiento espiritual.
Se adora en el silencio y al ser la adoración de continua permanencia
el resultado es el originarse una escuela de silencio, un lugar de
recogimiento que hace propicio el encuentro con el Señor. Es cuando el
silencio se vuelve Palabra.
Por todo ello, la adoración perpetua es fuente de grandes gracias y crecimiento espirituales.
Nueva Evangelización
La adoración perpetua es instrumento ideal de nueva evangelización porque estimula la búsqueda de Dios.
Además, la capilla o iglesia de adoración perpetua es un centro
concreto de evangelización porque se da testimonio de la propia fe, y
también porque habiendo encontrado a Dios se siente el deseo de hablar a
los otros de Él, de sus maravillas, del tesoro encontrado y, desde
luego, se siente la moción de hablar a Dios de los demás, de interceder
por ellos.
Cada adorador se vuelve auténtico testigo del Resucitado.
En palabras de S.S. Juan Pablo II: “El misterio eucarístico es el
culmen de la evangelización porque es el testimonio más eminente de la
resurrección de Cristo”
Frutos y testimonios
La adoración eucarística perpetua es fuente de grandes frutos,
conversiones, vocaciones, gracias y beneficios espirituales de los que
dan testimonio constante los adoradores.
La experiencia universal es que donde hay una capilla de adoración perpetua, allí reina la paz.
La capilla ofrece a todos una estación para detenerse en el camino
frenético de la vida. Les ofrece un espacio para reflexionar y dejarse
interpelar por la presencia del Dios que nos ha creado y que nos salva.
La capilla siempre disponible de la adoración perpetua es espacio de
encuentro y de reposo en el camino, porque allí está Aquel que nos
ofrece la paz verdadera, no como la que nos ofrece el mundo.
Resulta asombroso ver cuántas personas anónimas pasan y se detienen
en la silenciosa capilla en la que el Santísimo está siempre expuesto y
transcurren un tiempo considerable, inmersas en su mundo interior.
Muchas veces se trata de personas que vienen de lugares muy distantes,
aún de no católicos, o invitadas por amigos. Muchas entran “porque sí,
por azar” y se ven atraídas por el poder invisible e irresistible del
Señor.
Otro beneficio que se da donde la adoración perpetua es establecida es el servicio de orientación espiritual y de confesiones.
La adoración eucarística en general, y la perpetua en particular,
favorecen la participación del sacrificio eucarístico en la Misa en la
medida en que la adoración significa permanencia con Aquel a quien se ha
encontrado en la comunión sacramental.
Mediante la adoración perpetua se descubre y promueve la unidad en
torno a Jesucristo Eucaristía al volverse los adoradores conscientes de
formar parte de una fraternidad eucarística, de cada uno ser un eslabón
de la cadena ininterrumpida de adoración.
El Santo Padre Benedicto XVI ha dicho: “Sin adoración no hay
transformación en el mundo”. Y en otra ocasión: “La adoración no es un
lujo, es una prioridad”.
¿Quiénes son los encargados de establecerla y mantenerla?
Algunos aspectos operativos:
Si bien todo parte de las predicaciones del misionero, de Nuestra
Señora del Santísimo Sacramento, en las Misas de días festivos donde se
recogen las adhesiones (para participar de la adoración perpetua con al
menos una hora semanal) y la consecuente búsqueda de personas que ayuden
y se ocupen de la organización, realmente el proyecto reposa totalmente
en los fieles laicos. Son ellos quienes dan acogida a la invitación
ofreciendo su hora santa semanal, y son ellos quienes forman la
estructura de coordinadores encargados de vigilar que todas las horas
estén siempre cubiertas y de proveer en caso de ausencias. Todo esto
forma parte del servicio ministerial de los laicos al que muy claramente
llamó el Concilio Vaticano II.
Los coordinadores son 29 (uno general, cuatro de turnos horarios y 24
de hora) que reparten el peso de las tareas de manera tal que la carga
que cada uno lleva es mínima.
La adoración perpetua se inicia cuando las 168 horas semanales están cubiertas.
En el mundo y en España
Las capillas o iglesias con la adoración eucarística perpetua son
alrededor de 3.000 en todo el mundo. Estados Unidos de América es el
país con mayor cantidad de ellas superando el millar. Filipinas cuenta
con unas 500, y luego México con también varios cientos de capillas, le
siguen otros países hispanoamericanos como Argentina. En Europa Italia y
Francia superan ligeramente en número a España que cuenta en estos
momentos con 58 capillas. Existe adoración perpetua en países no
cristianos como Corea con un centenar de capillas, Tailandia, Myanmar,
Tanzania, Uganda, Congo, etc. Algunas de esas capillas tienen la
adoración perpetua desde hace más de 30 años.
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