El sacerdote Lorenzo Castiñeira Canosa (Xaviña, Camariñas, 1933)
falleció ayer en Lires (Cee), parroquia en la que residía junto a su
hermano Manuel y demás familiares. El entierro será hoy en Xaviña, con
salida del tanatorio A Xunqueira de Cee (grupo Bergantiños) a las 17.15
horas.
Lorenzo Castiñeira era toda una institución en Lires, Cee
y, en general, en el resto de la comarca, y dejará una gran huella entre
vecinos, feligreses y exalumnos: esto último, ya que fue profesor de
instituto muchos años, docente de Lengua Española.
Castiñeira
ofició su primera misa en 1959. A continuación fue coadjutor, durante
tres años, en Arou, Camelle y Carantoña. Su siguiente destino, un 30 de
diciembre de 1962, ya definitivo hasta su jubilación, fue Lires. Un
centenar de vecinos lo acompañaron para decir a sus nuevos feligreses,
pancarta en mano, que le entregaban lo mejor de A Ponte do Porto. Una
pancarta que, por cierto, conservó mucho tiempo.
En Lires fue el artífice de muchos logros.
Algunos anecdóticos, con los ojos de hoy, pero entonces no, como la
llegada del primer televisor. Pero, sobre todo, por un gran número de
obras que implicaron a los vecinos: de la traída de agua, a las
carreteras, el puente, la parcelaria, las casas de labranza (germen del
turismo rural) y tantas otras actuaciones.
También ejerció durante
muchos años como profesor en institutos de Cee y Ribeira. Muchos
exalumnos aprovecharon ayer las redes sociales para recordar su buen
hacer académico, pero también humano.
Jubilado del sacerdocio
activo en 1998, seguía ayudando a otros párrocos en toda la comarca,
especialmente en el municipio de Camariñas, pero también en otros,
alguno no precisamente cercano. También visitaba a los enfermos que se
lo requerían en el hospital Virxe da Xunqueira de Cee. Varios miles,
como reconoció en alguna entrevista, como miles eran sus anécdotas. Una
de ellas es que fue el confesor de Man de Camelle.
También escribió un libro, Enseñar con parábolas, en cuyas páginas recogía su amplia experiencia pastoral.
La Voz de Galicia
Delegación para el Clero de Santiago de Compostela