Este viernes 7 de junio entró en vigor la nueva Ley del Estado de la Ciudad del Vaticano que supone una reorganización de la Gobernación “para hacerlo más idóneo a las exigencias actuales,
al servicio eclesial que está llamado a prestar a la misión del Romano
Pontífice en el mundo”, según se explicaba en el Motu Proprio aprobado
por el Papa Francisco el 7 de diciembre de 2018.
En declaraciones a la agencia Aciprensa, el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Juan Ignacio Arrieta, [español, del Opus Dei], indicó
que las novedades más inmediatas de esta nueva Ley, que reforma una
anterior del año 2002, “son organizativas”, y destacó que “mejorará el control y la transparencia como ha ocurrido con los organismos de la Curia Romana”.
Sobre todo, “se ha reducido el número de Direcciones, que en este pequeño Estado serían lo equivalente a los Ministerios.
De nueve que eran antes se pasa ahora a siete (Infraestructuras,
Telecomunicaciones, Economía, Seguridad, Sanidad, Museos, Villas
Pontificias), porque la nueva Dirección para la Economía engloba en la
práctica tres Direcciones que antes eran autónomas”.
Además, “los cinco ‘Oficios centrales’ han quedado ahora englobados en solo dos.
Como novedad organizativa, aparece en la ley una Secretaria General
centralizada, que sería el staff de los órganos de gobierno, es decir,
del Presidente, del Secretario General y del Vice-Secretario General”.
Una unidad de inspección: como una auditoría interna
Subrayó también que “mayores incidencias en la actividad de la estructura tienen, sin embargo, otras novedades como la creación, dentro de la Secretaria General, de una Unidad de Control e Inspección, con funciones de auditoria interna, de compliance y con el cometido de valorar la eficacia del sistema y de proponer mejoras”.
Además, “se han determinado mejor las relaciones y responsabilidades
entre los órganos de gobierno, que dan directivas, y los Directores de
cada uno de los sectores, que son responsables de los actos concretos en
su propio sector. Se ha reforzado, además, la flexibilidad organizativa, para poder hacer frente a contingencias puntuales”.
Con esta nueva Ley “es de esperar la unificación de los sectores económicos mejorará el control y la transparencia
como ha ocurrido con los organismos de la Curia Romana. Además, la
mayor centralidad de la figura del Secretario General agilizará la
gestión ordinaria, y la nueva figura de la Unidad de Control e
Inspección facilitará la comunicación entre dos organizaciones que son
diversas: el Estado de la Ciudad del Vaticano y la Curia Romana donde el
Papa ha creado algunos organismos de control que tienen también algunas
especificas competencias sobre el Governatorato”.
En cualquier caso, se trata de una Ley que, “en general, la nueva Ley
sobre el gobierno sigue muy de cerca el texto de la ley del 2002. De
hecho, muchos de sus artículos tienen idéntica redacción”.
Es una ley civil, no canónica
Si bien destacó que se trata de una ley civil del Estado Vaticano y no una ley canónica,
y que por lo tanto en su preparación no intervino el Pontificio Consejo
para los Textos Legislativos, señaló que “la necesidad de proceder a
una reforma de la anterior Ley sobre el gobierno del 2002 responde a las
mismas razones y criterios que han llevado al Papa Francisco a realizar
la reforma de la Curia Romana: alcanzar mayor simplicidad y funcionalidad”.
“Más de la mitad del personal dependiente de la Santa Sede está
encuadrado en el Governatorato del Estado Vaticano, el cual, además de
garantizar la independencia del Papa ante toda instancia política,
ofrece también soporte material al trabajo de la Curia Romana
suministrando servicios esenciales: correos, comunicaciones, sanidad,
seguridad, etcétera”.
De hecho, “el Presidente del Governatorato ha formado parte desde el
principio del grupo de nueve cardenales –ahora solo seis– que han ido
reuniéndose para asesorar al Papa en estos años”.
Coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva Ley para el Estado de la Ciudad del Vaticano, este viernes 7 de junio se ha publicado el nombramiento de 3 directores del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Se trata de:
- Rafael García de La Serrana Villalobos [español, del Opus Dei] nombrado director de la Dirección de Infraestructuras y Servicios [hasta ahora era subdirector]
- Antonio Chiminello, director de la Dirección de Economía;
- y Andrea Tamburelli, director de la Dirección de las Villas Pontificias de Castelgandolfo.
- Antonio Chiminello, director de la Dirección de Economía;
- y Andrea Tamburelli, director de la Dirección de las Villas Pontificias de Castelgandolfo.
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