Je vous prie d´ágréer mes meilleurs voeux de joyeuses Pâques
Witt my bets wishes for a truly blessed Easter
Bona Pasqua a tutti
Boa Pascua a todos
Felices Pascuas a todos
¡Feliz Pascua de Resurrección! Celebramos la obra suprema del amor de
Dios Padre hacia su Hijo Jesús, muerto y resucitado. Las mujeres que
estuvieron junto a la cruz, encuentran al día siguiente el sepulcro
vacío. “Quieren despedir al muerto y encuentran a Cristo Vivo”. En este
día miramos serenamente el rostro del Resucitado. En él “lucharon vida y
muerte en singular batalla y, muerto el que es la Vida, triunfante se
levanta”. Este misterio y este mensaje son la credencial del discípulo
de Cristo en su peregrinar cristiano.
La Resurrección es la respuesta del Padre a la obediencia del Hijo. “A
este Jesús Dios lo resucitó, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús a
quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías” (Hech 2,32.36). Dios Padre confirmó con la resurrección la vida y la obra de su enviado Jesucristo que “pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo porque Dios estaba con él” (Hech
10,38). Su Espíritu penetra lo oculto de la historia como la levadura
en la masa, como la sal en la comida, como la luz en la oscuridad, y nos
llama a aspirar a los bienes de arriba, y a dejar la corrupción y
mentira para actuar con sinceridad y verdad.
Cristo, “constituido Señor por la resurrección, obra ya por virtud de
su Espíritu en el corazón del hombre, purificando y robusteciendo
también aquellos generosos propósitos con los que la familia humana
intenta hacer más llevadera su propia vida y someter la tierra a este
fin”[1].
Su resurrección revela que podemos amar más allá de la muerte y vivir
haciendo el bien. Así lo están haciendo tantos cristianos martirizados.
La resurrección es un mensaje de esperanza en una sociedad que busca
pretextos para la violencia que siempre degrada la dignidad de la
persona y pone al descubierto nuestra fragilidad y la dificultad de
construir la paz.
Al Resucitado lo encontramos en la lucha diaria en favor de la vida,
en el compromiso con los pobres y en el afecto con quienes comparten
generosamente lo que tienen. Él nos precede en las personas ignoradas de
nuestros tiempos porque no son rentables para determinados intereses
ideológicos y económicos. El Señor nos envía para ofrecer la alegría
pascual del amor fraterno. ¡Manifestemos la nueva vida en nuestros
pensamientos limpios, en nuestras palabras llenas de verdad, en nuestras
decisiones honestas! El hombre que ha perdido la esperanza, encuentra
en el Señor Resucitado la luz y el vigor para reavivarla, sabiendo que
una realidad mejor es posible, fundamentada en al amor a Dios y al
prójimo, venciendo la pasividad, la indiferencia y el egoísmo.
¡El sepulcro estaba vacío! Ahora nuestra misión es creer y anunciar
el evangelio de la alegría. La contemplación de Cristo resucitado nos
ayuda a dar sentido a la vida y a la muerte, y a ver con mirada de fe
los acontecimientos. ¡”Que todo el mundo experimente y vea como lo
abatido se levanta, lo viejo se renueva y todo vuelve a su dignidad
original por Cristo de quien todo procede”! De esto son testigos
muchas personas que cuidan a los más desfavorecidos, curan a los
enfermos, se hacen presentes en el mundo del sufrimiento y de la
marginación, trabajan por la justicia y anuncian la salvación de Dios.
Jesús Resucitado es la piedra angular del nuevo edificio que acoge a una
sociedad justa y fraterna. Con su resurrección nos ha revestido del
hombre nuevo.
Desde esta Ciudad del Apóstol, la Jerusalén del Occidente, en este
Domingo de Resurrección del Señor, en nombre de la Diócesis y de quienes
nos acompañáis en estos días, junto con el Sr. Obispo Auxiliar, hago
llegar con nuestra oración la felicitación pascual al Papa Francisco.
También con la alegría que nos da Cristo resucitado, saludo con afecto
pastoral a todos los diocesanos, a los hermanos de la Iglesias
separadas, a los de las religiones no cristianas, y a todos los hombres
de buena voluntad que peregrinan en nuestra Diócesis. ¡Feliz Pascua de
Resurrección del Señor!
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