El Papa Francisco ha presidido el rezo del Angelus en la Plaza
de San Pedro poco antes de iniciar su histórico viaje a Emiratos Árabes
Unidos. En las palabras que ha dirigido a los miles de peregrinos pidió
a todos los cristianos vivir su fe en Dios y no en posibles milagros.
Por ello, recalcó que “hoy el mundo necesita ver en los discípulos del Señor a profetas, es decir, a personas valientes y perseverantes
a la hora de responder y a la vocación cristiana”. Estas personas
–agregó Francisco- “siguen el impulso del Espíritu Santo que los empuja a
anunciar esperanza y salvación a los pobres y a los excluidos; personas
que siguen la lógica de la fe y no de los milagros; personas dedicadas
al servicio de todos, sin privilegios ni exclusiones. En pocas palabras,
personas que se abren a acoger en sí mismas la voluntad del Padre y se
esfuerzan en testimoniarla fielmente a los demás”.
El verdadero plan de Dios
Según recoge Aciprensa,
para ilustrar sus palabras el Pontífice recurrió a la Lectura de este
domingo, del Evangelio de Lucas. En el fragmento evangélico en el que
Jesús se presenta como el Cristo, el enviado del Padre, ante sus
conciudadanos de Nazaret en la sinagoga local.
Ellos, que únicamente veían en Él al hijo de José, reclamaban un
milagro, “pero Jesús no quiere y no puede aceptar esa lógica, porque no
corresponde al plan de Dios: Dios quiere la fe, ellos quieren milagros; Dios quieren la salvación de todos, ellos quieren un Mesías para su provecho propio”.
Del mismo modo, el Papa explicó que “ante esta invitación a abrir los
corazones a la gratuidad y a la universalidad de la salvación, los
ciudadanos de Nazaret se rebelan, y además adquieren una actitud agresiva que degenera hasta el punto de que se alzaron, y expulsándolo de la ciudad y subiéndolo a lo alto de un monte, trataron de lanzarlo al vacío”.
El precio a pagar de la profecía auténtica
“Jesús, al vivir la misión que le fue confiada por el Padre, sabe bien que debe afrontar la fatiga, el rechazo, la persecución y la desconfianza”. Se trata de “un precio que, ayer como hoy, la profecía auténtica está llamada a pagar”, agregó.
Sin embargo, “este duro rechazo no desanima a Jesús, sino que le
impulsa al camino y a la fecundidad de su acción profética. Él va
adelante por su camino, confiando en el amor del Padre”. El Papa
finalizó su enseñanza previa al rezo del Ángelus pidiendo a la Virgen
“que podamos crecer y caminar con el mismo ardor apostólico por el Reino de Dios que animó la misión de Jesús”.
La crisis en Yemen
Sobre los temas de actualidad, el Papa dijo que “con gran preocupación sigo la crisis humanitaria en Yemen.
La población está agotada por el largo conflicto y muchísimos niños
sufren hambre, pero no es posible acceder a los depósitos de alimentos.
El grito de estos niños y de sus padres se eleva ante Dios. Hago un
llamamiento a las partes interesadas y a la comunidad internacional para
favorecer con urgencia el cumplimiento de los acuerdos alcanzados,
garantizar la distribución de alimentos y trabajar por el bien de la
población. Invito a todos a rezar por los hermanos de Yemen”.
También comentó brevemente su inminente viaje a Arabia, pidiendo a
los fieles que lo acompañen con ración en su visita a Emiratos Árabes
Unidos, que definió como un viaje corto pero importante”.
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