
Convocados por el Señor Arzobispo y con el lema “He aquí la eslava
del Señor, hágase en mí según tu palabra”, quisieron acercarse más la
Virgen y aprender de ella para decir “sí”.
A la mañana, los jóvenes tuvieron la oportunidad de asistir a
distintos talleres para conocer la realidad de la Iglesia: la caridad,
la evangelización, la vida contemplativa, la vocación, el
discernimiento… Y por la tarde, después de un Magazine lleno de bailes,
cantos, juegos, testimonios y magia; vivieron una intensa Fiesta del
Perdón, de la que salieron llenos de gozo y que les animó a vivir con
mucha alegría la consiguiente procesión y Vigilia de la Inmaculada, que
se celebró con toda la iglesia y todos los jóvenes vestidos del color de
la Virgen: la iluminación, las flores, las sudaderas de los jóvenes… En
esta misa final, el Arzobispo, mons. Julián Barrio, nos invitó a
desconectar la wifi y activar nuestra conexión con Dios, como había
hecho la Virgen María.
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