La delegación diocesana de misiones, que dirige el sacerdote David
Álvarez, ultima estos días la organización de los actos programados para
el DOMUND, el Domingo Mundial de las Misiones, que este año se
celebrará el próximo domingo 21 de octubre.
El lema escogido en esta ocasión por Obras Misionales Pontificias es
“Cambia el mundo”. Con él se quiere transmitir el mensaje de que es
posible construir un mundo más humano y fraterno. Por eso en este día se
nos invita a ser generosos y a colaborar económicamente con los
misioneros que trabajan en todo el mundo en la promoción social de los
más pobres.
En la actualidad hay más de doce mil misioneros españoles entregando
su vida en 132 países de los cinco continentes. Realizan su trabajo
evangelizador en más de mil cien territorios de misión, en los que vive
casi la mitad de la población mundial. La recaudación del año pasado
superó los once millones de euros, que se invirtieron en 650 proyectos
en 44 países.
La campaña de este año aporta datos estremecedores, que corremos el
riesgo de escuchar sin inmutarnos. Pero su dureza es incompatible con el
Evangelio de Jesús. Dos mil millones de personas viven con menos de dos
dólares diarios. Dos mil millones carecen de asistencia médica
primaria. Mil millones no tienen agua potable. Se calcula que hay 850
millones de analfabetos, de los que la gran mayoría son mujeres. Diez
millones de niños mueren cada año por enfermedades curables. Cien
millones de menores son explotados y obligados a trabajar, casi siempre
en actividades peligrosas.
En la campaña se nos recuerda el pasaje de Mt 25, 31-46: “Cada vez
que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo
hicisteis”. Si queremos cambiar el mundo urge cambiar nuestros
corazones, porque sólo desde un corazón que ama se vence el egoísmo y se
comienza a pensar en las necesidades de los demás.
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