
El momento central fue la celebración de la Eucaristía y la comida de
confraternidad, salpicada de otra serie de actividades complementarias
que, a lo largo de estos años, han tenido distintos acentos: festivales,
conferencias y visitas culturales. En esta ocasión la propuesta ha sido
conocer uno de los espacios más significativos de Santiago: el Museo do
Pobo Galego, donde los asistentes recibieron las explicaciones
preparadas previamente por algunos de los seminaristas. Fue una buena
ocasión, a inicios de curso, para seguir profundizando en el
conocimiento mutuo y fortalecer los lazos de comunicación. Aún queda
mucho por delante, pero con estos comienzos el año se presenta
prometedor.
Seminario Menor