Investigación del MIT: Las noticias falsas se propagan en Twitter seis veces más rápido que las noticias reales y tienen un 70% más de posibilidades de ser retuiteadas
¿Sabes cuales son los cuatro pecados o tentaciones del comunicador? Preguntó
el papa Francisco a este servidor tras la audiencia general del 9 de
mayo de 2018 en la plaza de San Pedro. Francisco nos sorprendió otra
vez; la sensación era la de un joven en tiempo de exámenes que recibe el
peso de tamaña cuestión.
De hecho, debido a la desinformación el papa emérito Benedicto XVI ha
muerto varias veces este año, Francisco negó el ‘infierno’ y aceptó que
los perros vayan al cielo. ¡Todo falso!
Los datos confirman la cuestión puesta por el Papa Francisco, pues las noticias falsas se difunden más rápido y llegan a más personas que las noticias verdaderas, según el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) que ha analizado 126.000 noticias desde
2006 a 2017. “Las noticias falsas se propagan en Twitter seis veces más
rápido que las noticias reales y tienen un 70% más de posibilidades de
ser retuiteadas”.
Así, en la solemnidad de la Ascensión del Señor, este año el domingo 13 de mayo, se celebra la LII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (JMCS 2018) y el papa Francisco ha elegido para esta ocasión el lema: “«La verdad os hará libres» (Jn 8, 32). Fake news y periodismo de paz”.
En tiempos de la post-verdad, el Obispo de Roma sostiene que los comunicadores pueden incurrir en cuatro pecados o tentaciones: Desinformación, calumnia, difamación y coprofilia.
Pensé en ‘custodiar’ ese encuentro en la mente y en el corazón
(obviamente la parte más familiar se quedará en el ámbito privado), sin
embargo, las palabras de Francisco que tenemos el deber de compartir,
nos pueden ayudar a todos (lectores, editores y
periodistas/comunicadores).
Precisamente, la mejor síntesis de esos pecados o tentaciones se
encuentran en la entrevista que el Papa concedió al semanal católico
belga ‘Tertio’ (07.12.2016):
Calumnia:“Calumniar y ensuciar a la gente, sobre
todo en el mundo de la política; pueden ser usados como difamación (toda
persona tiene derecho a la buena fama, pero por ahí en su vida
anterior, o en su vida pasada, o hace diez años tuvo un problema con la
justicia, o un problema en su vida familiar… entonces, sacar a la luz
hoy eso es grave, hace daño, se anula a una persona). En la calumnia se
dice una mentira de una persona”.
Difamación:“En la difamación se saca una carpeta
–como decimos en Argentina, se hace un carpetazo-, y te sacan algo que
es verdad pero que ya pasó. Y quizás ya pagó con la cárcel, o con la
multa, o con lo que sea, ese delito. No hay derecho a eso. Eso es pecado
y hace mal”.
Desinformación:“Es decir, frente a cualquier
situación decir una parte de la verdad y no la otra. ¡No! Eso es
desinformar. Porque vos, al televidente, le das la mitad de la verdad. Y
por tanto no puede hacer un juicio serio sobre la verdad completa. La
desinformación es probablemente el daño más grande que puede hacer un
medio. Porque orienta la opinión en una dirección, quitando la otra
parte de la verdad”.
Coprofilia:“Y después, los medios yo creo que tienen
que ser muy limpios, muy limpios y muy transparentes. Y no caer –sin
ofender, por favor- en la enfermedad de la coprofilia: que es buscar
siempre comunicar el escándalo, comunicar las cosas feas, aunque sean
verdad. Y como la gente tiene la tendencia a la coprofagia,
se puede hacer mucho daño. Así que yo diría esas cuatro tentaciones.
Pero son constructores de opinión y pueden edificar, y hacer un bien
inmenso, inmenso”.
Aquí cabe una última reflexión, el papa Francisco ha comparado a los
medios de comunicación que difunden rumores sin fundamento y escándalos
falsos con las personas que tienen una fijación sexual con el
excremento.
En síntesis, podemos decir que la coprofilia
identifica la obsesión enfermiza de los medios y los comunicadores por
dar malas noticias, como si no hubieran otros temas de interés. Por otro
lado, encontramos la coprofagia la ingestión
voluntaria del lector de amarillismo, sensacionalismo y lo peor de la
información. Esto porque consumir noticias falsas es como comer heces (coprofagia)
y se alimenta el círculo vicioso de la desinformación y su posible
influencia en las elecciones o las decisiones de cualquier país. Ya lo
hemos visto en el caso de Cambridge Analytic cuyo escándalo ha involucrado a Facebook.
De ahí, podemos citar el mensaje del Papa para la JMCS 2018:“El mejor antídoto contra las falsedades no son las estrategias, sino las personas, personas que, libres de la codicia, están dispuestas a escuchar, y permiten que la verdad emerja a través de la fatiga de un diálogo sincero; personas que, atraídas por el bien, se responsabilizan en el uso del lenguaje”.
En esta línea, Francisco quiere ofrecer una aportación al esfuerzo
común para prevenir la difusión de las noticias falsas y promover “la
responsabilidad personal de cada uno en la comunicación de la verdad”.
Aleteia