El Pontífice antes de explicar cómo le llegó la vocación
sacerdotal compartió el momento en cual entendió que era negado para una
pasión más terrenal: El fútbol…
“En mi tierra a los que no se nos da bien el fútbol nos llaman “pata
dura”. ¿Entendido? Yo era un pata dura, y por lo general era portero,
para no moverme: era mi papel … No es una palabrota, se puede decir pata
dura, no es una palabrota”.
Así respondió el papa Francisco a la pregunta de un niño en su visita
a la parroquia de San Pier Damiani ai Monti di San Paolo, en Casal
Bernocchi (Acilia) en la periferia sur de Roma este domingo 21 de mayo
de 2017.
¿Cómo entendí la vocación? “Cada uno de nosotros tiene un lugar en la vida.
Jesús quiere que uno se case, que forme una familia; quiere que otro
sea sacerdote, otra monja … Pero cada uno de nosotros tiene un camino
en la vida. Y para la mayoría es que sean como vosotros, como todos los
demás, como vuestros padres: fieles laicos que forman una hermosa
familia, que hacen que crezcan sus hijos, que hacen que crezca la … Y
yo estaba en una familia: éramos cinco hermanos, éramos felices.”,
indicó.
El Papa encontró en el Centro Deportivo de Casal Bernocchi a los
niños y niñas del catecismo. Durante el encuentro, ha respondido a
algunas preguntas de los niños.
“Papá trabajaba, venía del trabajo … – en aquella época había
trabajo – y jugábamos … Una vez – os voy a contar algo que os hará
reír, pero no hagáis lo que os digo – hicimos concurso para jugar a
los paracaidistas, tomamos el paraguas y fuimos a la terraza y uno de
mis hermanos se tiró el primero desde la terraza.
“¡Se salvó la vida por un pelo! Son juegos peligrosos… Pero éramos
felices. ¿Por qué? Porque mamá y papá nos ayudaban a seguir adelante, en
la escuela, y también se preocupaban por nosotros. Es muy bonito, muy
bonito … Escuchadme: en la vida es muy bonito estar casados, es muy
bonito. Es muy bonito tener una familia, un padre y una madre, tener
abuelos, tíos … ¿Lo habéis entendido? Es muy bonito, es una gracia. Y
cada uno de vosotros tiene padres, abuelos, tíos, tiene una familia”,
abundó.
El Papa invitó a los jóvenes a ver a la familia como una “hermosa vocación”.
Además, habló de la vocación de los religiosas, las religiosas y los
sacerdotes. “Pero también hay otra vocación: ser monja, ser sacerdote. Y
un día sentí – pero de repente – tenía 16 años y sentí que el Señor
quería que yo fuera un sacerdote. ¡Aquí estoy! Soy un sacerdote. Esta es
la respuesta”.
El Pontífice dijo a los más pequeños que es una vocación que se
siente en el corazón: “cuando un chico siente en su corazón simpatía y
luego la simpatía continúa, y siente amor por una chica y luego se hacen
novios y luego se casan, así se siente en el corazón cuando el Señor
dice: ‘Tienes que seguir el camino para ser sacerdote’. Y así lo sentí yo. Cómo se sienten las cosas buenas de la vida. Porque es bueno”.
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