En abril del año pasado, para dar ejemplo a Europa, el papa Francisco
trajo en su avión de regreso a Roma a tres familias de refugiados
sirios que se encontraban asignadas en un centro de detención de la isla
de Lesbos. El Vaticano anunció este 3 de abril 2017 que acogió a otras tres familias sirias.
Entre las familias una personita muy especial. Se llama Stella
(Estrella) y es una niña cristiana de sólo dos semanas. Stella es la
esperanza de sus padres y, especialmente, de su mamá, quien estuvo
secuestrada por el Estado Islámico. De alguna manera Stella se convierte
en la esperanza de un pueblo, el Sirio que siente y padece el horror de
la guerra y pone rostro a las familias perseguidas por su religión.
Los tres nuevos núcleos familiares son dos cristianos y uno musulmán y
vivirán en apartamentos dispuestos por la Santa Sede. Llegaron a Roma
en marzo pasado y huyeron de Siria tras sufrir “secuestros y
discriminaciones”.
Según explicó la Limosnería apostólica, ente que se encarga
de repartir la caridad del Papa, la familia de Stella y las otras dos
familias se hospedarán dentro de los muros leoninos y sustituirán a
otras que entretanto han encontrado los medios necesarios para
independizarse. En total, se trata de 13 personas refugiadas.
La comunidad católica de San Egidio, la Mesa Valdense y la Federación
de las Iglesias Evangélicas se han unido bajo la iniciativa ‘corredores humanitarios‘.
Es decir, un programa en acuerdo con el Estado Italiano para
suministrar un alojamiento, integrar y garantizar la documentación
destinada a los ciudadanos sirios que escapan de la guerra y se
encuentran en campamentos desbordados en Líbano.
Según la Comunidad de San Egidio, alrededor de 800 personas se han
beneficiado del programa para viajar legalmente hasta Italia y no caer
en las redes de los traficantes humanos que lucran con la necesidad y el
dolor.
En este sentido, la iniciativa de acogida del Vaticano es un ejemplo
para la Iglesia bajo la máxima que el ‘ejemplo inicia en casa’, luego de
que el mismo papa Francisco haya pedido en el ángelus del 6 de
septiembre de 2015 para que las parroquias y conventos en Europa
acogieran a los refugiados.
Por otro lado, cabe mencionar que la Santa Sede apoya
económicamente a otros 21 refugiados que se encuentran en Italia después
de permanecer confinados en Lesbos por varios meses. Entre
ellos, se cuentan las doce personas que viajaron el 16 de abril de 2016
en el vuelo que traía a papa Francisco de su visita pastoral al centro
de detención de la isla griega.
Aleteia