El papa Francisco apuesta en que “¡Jesús ha
resucitado”, y exhorta: “no te cierres” en el sepulcro del dolor de este
mundo por mas grave que sea tu enfermedad, tu desgracia o sufrimiento…
“Yo apuesto en la resurrección de Cristo. Hermanos y hermanas esto es
lo que me viene de decirles: Vuelvan a su casa hoy repitiendo en sus
corazones: ¡Cristo ha resucitado!”, dijo el papa Francisco durante la
misa de Pascua de Resurrección este domingo 16 de abril en una mañana
lluviosa, en el sagrado de la Basílica Vaticana.
El Pontífice al margen del texto se inspira en una llamada que hizo
ayer a un joven gravemente enfermo para explicar la esperanza de la
resurrección a pesar de que no se elige la cruz del dolor y el descarte
de la sociedad
¡El Señor ha resucitado!. Pero si el Señor ha resucitado ¿cómo es que suceden tantas desgracias?
Enfermedades, tráfico, trata de personas, guerra, mutilaciones,
revanchas, odio… ¿Dónde está el Señor?, aseguró en una homilía
improvisada, fuera del programa oficial, ya que tras la ceremonia estaba
previsto que se trasladara al balcón de la logia central para leer el
mensaje pascual e impartir la bendición “Urbi et Orbi”, ‘la bendición a
la ciudad y al mundo’.
El Papa como sacando una reflexión de la vida cotidiana de su vida de
pastor explicó que ayer, ha llamado a un “joven con una enfermedad
grave”.
“Hablando- continuó- para darle un signo de fe; un joven culto,
ingeniero, le dije: ‘no hay explicaciones para lo que te sucede, mira a
Jesús en la Cruz, Dios hizo eso con su hijo, no hay otra explicación”.
“Él me ha respondido: ‘Sí, pero, el Señor se lo ha pedido al Hijo, y
el Hijo dijo sí. Pero a mí no me lo han preguntado. Yo no le he dicho
que sí’. A ninguno de nosotros nos han preguntado si estamos dispuestos
a cargar con esa cruz y la cruz va adelante.
La fe en Jesús se viene abajo. Por eso, la Iglesia continua diciendo: ¡Jesús ha resucitado!. Esta no es una fantasía, no es una fiesta con tantas flores,
es lindo, pero es mucho más. Es el misterio de la piedra descartada que
termina por ser el fundamento de nuestra existencia”, añadió.
La celebración inició con el rito del “Resurrexit”, con la
participación de fieles romanos y de varios lugares del mundo, antes de
la bendición, el Pontífice recorrió la plaza de San Pedro en el
papamóvil para saludar a los fieles reunidos allí.
“Cristo ha resucitado, en esta cultura del descarte, donde lo que no
sirve toma el camino del usa y tira. Todo lo que no sirve es descartado,
esa piedra descartada que es fuente de vida, también nosotros pequeñas
piedras, en esta tierra de dolor, de tragedia, con la fe en
Cristo resucitado tenemos un sentido”.
El sentido en medio de tanta calamidad, sin mirar más allá, hay un
muro, hay un horizonte, esta la vida, esta la gloria, con esta
ambivalencia, mira hacia adelante no te cierres: Tu pequeña piedra
tienes un sentido en la vida, porque eres una piedra tomada de aquella
gran piedra, que la maldad del pecado ha descartado.
¿Qué nos dice la Iglesia hoy delante a tantas tragedias? Esto
simplemente: La piedra descartada no resulta descartada.
Las piedrecitas que creen y se prenden de esa piedra no van
descartadas. Con este sentimiento, la Iglesia repite: ‘Es de dentro del
corazón, que Cristo ha resucitado’”, sostuvo Francisco.
La Plaza de San Pedro se convirtió en un jardín alegre y colorado
conformado por cerca de 35.000 flores y plantas venidas desde Holanda,
el país las ofrece en dono desde hace 31 años. Los adornos florales,
Tulipanes amarillos, blancos, rojos y anaranjados; Jacintos azules y
blancos subrayan el momento sagrado de la liturgia para anunciar la
resurrección de Cristo.
Por último, el Papa aseguró: “Pensemos cada uno de nosotros a los
problemas cotidianos: A las enfermedades, que nosotros hemos vivido o
que algunos de nuestros parientes, a las guerras, a las tragedias
humanas y simplemente con voz humilde, sin flores, sólo, delante de
Dios, delante de nosotros mismos. ¡No sé cómo va esto!. Pero, estoy
seguro que Cristo ha resucitado. Y yo apuesto sobre esto. Hermanos y
hermanas esto es lo que me viene de decirles: Vuelvan a su casa hoy
repitiendo en sus corazones: ¡Cristo ha resucitado!”.
Aleteia