A propósito del 25º aniversario de la institución de la Jornada
Mundial del Enfermo (11 de febrero), el Papa Francisco denunció que por
dinero el sector sanitario, siguiendo el modelo empresarial, alimenta la
“cultura del descarte” con consecuencias “dolorosas” para los enfermos,
y especialmente para los más débiles: “ancianos” y minusválidos”.
“Cuando la persona enferma no ocupa el centro y no se considera su dignidad, se engendran actitudes que pueden conducir incluso a especular sobre las desgracias de los demás”, dijo
el Papa Francisco a los miembros de la Comisión Caridad y Salud de los
obispos italianos, este viernes 10 de febrero de 2017.
“Junto con las luces, sin embargo, hay algunas sombras que amenazan
con empeorar la experiencia de nuestros hermanos y hermanas enfermos. Si
hay un sector donde la cultura del descarte muestra con evidencia sus
consecuencias dolorosas es la sanidad”, añdió.
El Papa instó para que los enfermos y su dignidad estén en el centro del sistema sanitarios. La “especulación” puede aumentar sus sufrimientos. “¡Y esto es muy grave!”.
“Es necesario estar alerta, especialmente cuando los pacientes son de
edad avanzada, con una salud muy comprometida, si sufren de patologías
graves y costosas para su cuidado o son particularmente difíciles, como
los pacientes psiquiátricos”, constató.
Francisco denunció los modelos que buscan sólo el beneficio económico
y la ganancia, que pueden crear más dolor y descartar a las personas. “Cuando se adopta de forma indiscriminada el modelo empresarial en el ámbito sanitario, se corre el peligro de producir descartes humanos en lugar de optimizar los recursos disponibles”.
En este sentido, exhortó a “optimizar los recursos” que “significa
usarlos de manera ética y solidaria y no penalizar a los más frágiles”.
En su intervención defendió la “inviolable dignidad de toda persona humana desde el momento de su concepción hasta su último aliento”. Que el dios dinero no reine en los hospitales y casas para ancianos y otras estructuras. “Que no sea solo el dinero el que oriente las decisiones políticas y administrativas, llamadas a salvaguardar el derecho”, explicó al referirse al contexto italiano.
“El aumento de la pobreza en el ámbito sanitario entre los segmentos
más pobres de la población, debida precisamente a la dificultad de
acceso a las curas, no puede dejar indiferente a ninguno y se
deben multiplicar los esfuerzos de todos, para que se protejan los
derechos de los más vulnerables”.
El Papa aplaudió la historia de la Iglesia italiana y su contribución
en ámbito sanitario. “Pienso, en particular, en las numerosas
instituciones sanitarias de inspiración cristiana”.
Ary Waldir Ramos Díaz
Aleteia