“El dinero de los negocios sucios y de los delitos mafiosos es dinero ensangrentado y produce un poder inicuo. Y todos sabemos que el diablo entra por los bolsillos: es allí, la primera corrupción”, dijo el Papa Francisco ante un grupo de la Dirección Nacional Antimafia y Antiterrorismo de Italia recibido hoy en audiencia.
El obispo de Roma expresó el deseo de que “el Señor” le dé a la policía “la fuerza de seguir adelante y de no desalentarse, continuando en la lucha contra la corrupción, la violencia, la mafia y el terrorismo”.
El obispo de Roma expresó el deseo de que “el Señor” le dé a la policía “la fuerza de seguir adelante y de no desalentarse, continuando en la lucha contra la corrupción, la violencia, la mafia y el terrorismo”.
Asimismo, rezó para que “el Señor toque el corazón de hombres y mujeres de las diversas mafias para que dejen de hacer el mal”.
El Papa animó a los encargados de la lucha contra la mafia y el terrorismo en Italia para que sigan en la labor diaria “especialmente en la lucha contra la trata de personas y del contrabando de migrantes: estos son delitos muy graves, que afectan a los más débiles entre los débiles”.
El negocio sucio que en Italia es dominado por mafias como la camorra y la ‘ndrangheta.
En su discurso, el Papa recalcó que la sociedad necesita ser limpiada “de la corrupción, de las extorsiones, del tráfico ilícito de estupefacientes y de armas, de la trata de seres humanos, entre los cuales tantos niños, reducidos a la esclavitud”.
Francisco ha pedido una colaboración internacional para acabar con estas “auténticas plagas sociales”, que representan “desafíos globales que la colectividad internacional está llamada a enfrentar con determinación”.
Al respecto, destacó la necesidad de incrementar las actividades de tutela de las víctimas, a través de la asistencia legal y social de “estos hermanos y hermanas nuestros, en busca de paz y de futuro”.
Francisco indicó la educación como un vía maestra para prevenir la delincuencia, la mafia y el fenómeno del tráfico de seres humanos “en la familia, en la escuela, en comunidades cristianas y realidades deportivas y culturales”.
Se trata de que haya “una conciencia de moralidad y de legalidad orientada a modelos de vida honestos, pacíficos y solidarios” para vencer “poco a poco el mal”.
El Papa animó a los encargados de la lucha contra la mafia y el terrorismo en Italia para que sigan en la labor diaria “especialmente en la lucha contra la trata de personas y del contrabando de migrantes: estos son delitos muy graves, que afectan a los más débiles entre los débiles”.
El negocio sucio que en Italia es dominado por mafias como la camorra y la ‘ndrangheta.
En su discurso, el Papa recalcó que la sociedad necesita ser limpiada “de la corrupción, de las extorsiones, del tráfico ilícito de estupefacientes y de armas, de la trata de seres humanos, entre los cuales tantos niños, reducidos a la esclavitud”.
Francisco ha pedido una colaboración internacional para acabar con estas “auténticas plagas sociales”, que representan “desafíos globales que la colectividad internacional está llamada a enfrentar con determinación”.
Al respecto, destacó la necesidad de incrementar las actividades de tutela de las víctimas, a través de la asistencia legal y social de “estos hermanos y hermanas nuestros, en busca de paz y de futuro”.
Francisco indicó la educación como un vía maestra para prevenir la delincuencia, la mafia y el fenómeno del tráfico de seres humanos “en la familia, en la escuela, en comunidades cristianas y realidades deportivas y culturales”.
Se trata de que haya “una conciencia de moralidad y de legalidad orientada a modelos de vida honestos, pacíficos y solidarios” para vencer “poco a poco el mal”.
Ary Waldir Ramos Díaz
Aleteia