
Se trata de un “Apostolado del Mar” en el cual la Iglesia se ubica al lado de los marineros que “reivindican que sus derechos humanos y laborales han de ser respetados y protegidos”.
El mensaje recuerda la labor, a veces peligrosa, que realizan “casi 1.200.000 marineros provenientes de todo el mundo (la mayoría provenientes de los países en vías de desarrollo) a bordo de los 50.000 buques mercantes que transportan casi el 90% de mercancías de todo tipo”.
El Vaticano hace hincapié en el papel que han tenido los marineros en la reciente situación de emergencia humanitaria en el mar Mediterráneo.
“Algunas tripulaciones de barcos mercantes han estado en primera línea para intervenir y socorrer a miles de personas que intentaban llegar a Europa a bordo de embarcaciones inflables abarrotadas de gente y no aptas para navegar”, se lee en el mensaje.
Al seguir el apelo del papa Francisco de llevar la misericordia a las periferias existenciales del mundo, el dicasterio vaticano rememora los múltiplex riesgos que amenazan a los marineros y sus familias.
También se presentan los riesgos naturales de su profesión, las fuerzas de la naturaleza, la piratería y los atracos, los largos viajes, el hecho de estar semanas en el mar obligados, las carencias de la vida familiar, entre otros.
Igualmente, se señalan las amenazas a la dignidad humana y profesional de los marineros, explotados con largas jornadas laborales. Además de la criminalización de los marineros.
Por ello, el PCPEI asegura: “Mientras expresamos nuestra gratitud a los marineros por su trabajo, les encomendamos, a ellos y a sus familias, a la protección de la Virgen María, Stella Maris”.
“Algunas tripulaciones de barcos mercantes han estado en primera línea para intervenir y socorrer a miles de personas que intentaban llegar a Europa a bordo de embarcaciones inflables abarrotadas de gente y no aptas para navegar”, se lee en el mensaje.
Al seguir el apelo del papa Francisco de llevar la misericordia a las periferias existenciales del mundo, el dicasterio vaticano rememora los múltiplex riesgos que amenazan a los marineros y sus familias.
También se presentan los riesgos naturales de su profesión, las fuerzas de la naturaleza, la piratería y los atracos, los largos viajes, el hecho de estar semanas en el mar obligados, las carencias de la vida familiar, entre otros.
Igualmente, se señalan las amenazas a la dignidad humana y profesional de los marineros, explotados con largas jornadas laborales. Además de la criminalización de los marineros.
Por ello, el PCPEI asegura: “Mientras expresamos nuestra gratitud a los marineros por su trabajo, les encomendamos, a ellos y a sus familias, a la protección de la Virgen María, Stella Maris”.
Aleteia