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Monseñor Barrio recuerda, además, que “Jesús nos dijo que no sólo de pan vive el hombre. Pero éste se está empeñando en vivir de solo pan y las consecuencias son el propio egoísmo y el pasar de lejos ante los demás a quienes se considera enemigos y competidores en un bien común que ve como exclusivamente suyo”. En la Carta, el arzobispo compostelano expresa su agradecimiento al trabajo desarrollado para atender a los más necesitados y afirma tener presentes “a muchas religiosas y a tantas mujeres de nuestras ciudades, villas y aldeas de nuestra diócesis que en sus casas atienden y cuidan a mayores y enfermos. ¡Cómo no hacer referencia a médicos, enfermeras, enfermeros y personal sanitario en el delicado cuidado de los enfermos en los hospitales y residencias sanitarias! Compartiendo la debilidad de quienes cuidan se tallan para sí un corazón más fuerte que el de “los sanos”.
Monseñor Barrio afirma que es “en Cristo” donde “encontramos la fuerza para cambiar nuestra vida y la sociedad. La Eucaristía, “fuente y cima de la vida cristiana”, comunica y alimenta el amor a Dios y a los hombres, capaz de llenar de contenidos evangélicos los comportamientos y la cultura que nos rodea”. En la Carta se indica, además, que “el amor es un lenguaje que nos habla de Dios; el testimonio cristiano suscita interrogantes; el compromiso caritativo promueve el desarrollo integral; y el acompañamiento a las personas ofrece posibilidad de diálogo. La misericordia es lenguaje universal, la caridad es lenguaje cristiano”.
Texto íntegro de la Carta Pastoral
Monseñor Barrio afirma que es “en Cristo” donde “encontramos la fuerza para cambiar nuestra vida y la sociedad. La Eucaristía, “fuente y cima de la vida cristiana”, comunica y alimenta el amor a Dios y a los hombres, capaz de llenar de contenidos evangélicos los comportamientos y la cultura que nos rodea”. En la Carta se indica, además, que “el amor es un lenguaje que nos habla de Dios; el testimonio cristiano suscita interrogantes; el compromiso caritativo promueve el desarrollo integral; y el acompañamiento a las personas ofrece posibilidad de diálogo. La misericordia es lenguaje universal, la caridad es lenguaje cristiano”.
Texto íntegro de la Carta Pastoral
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