En medio de un ambiente estimulante y familiar. Así se desarrolló el Youcat de este mes de febrero con el arzobispo de Barcelona Mons. Juan José Omella. Fue un encuentro en el que los jóvenes de la diócesis aprovecharon para plantear a su invitado especial un cuestionario con preguntas de todo tipo.
El pasillo del claustro de la parroquia Santa Ana, donde tienen lugar estos cafés mensuales del domingo, estaba a rebosar, de hecho, hubo que poner más sillas de lo habitual, para hacer caber todos los asistentes, algunos con asientos en el suelo improvisados.
Trayecto hasta Barcelona
Mons. Omella inició la sesión con una breve presentación sobre los pasos que había hecho a lo largo de su vida, los cuales le habían llevado hasta ser Arzobispo de Barcelona. Comenzó explicando como era su pueblo, Cretas, que entonces era parte de la diócesis de Tortosa, y cómo entró en el seminario en Zaragoza. Más tarde, según explicó, se decidió a ir de misionero a África, y por ello, estudió filosofía en Logroño, y después, en Francia y Bélgica, hasta ir a las misiones del Congo.
Con sólo 24 años Mons. Omella ya era cura. Explicó a los jóvenes, también, que ejerció como profesor de instituto y de cura en varios pueblos, y luego su paso por Zaragoza como vicario i obispo auxiliar. Más tarde, relato, le comunicaron la noticia para ir de obispo a Logroño y, finalmente, a Barcelona. “Llegué -explicaba Mons. Omella- y me anunció: el Papa lo ha nombrado arzobispo de Barcelona. Y respondí: no sé si sabe lo que ha hecho el Santo Padre “.
Preguntas al arzobispo
Mons. Juan José Omella invitó a los jóvenes a preguntarle todo lo que desearan, y seguidamente, tras una breve pausa, la ronda de preguntas comenzó. Algunas más incisivas que otras, pero, la mayoría con respuestas que hicieron reflexionar de diversas maneras a los oyentes del Youcat.
Algunas de las cuestiones giraron en torno a la creencia en Dios, como por ejemplo: “¿cómo estar más cerca de Él?”. El obispo Omella respondió con tres pautas esenciales; rezar, diez o quince minutos cada día; vivir la fe en grupo, compartiendo tus motivaciones y reflexiones; y, en tercer lugar, dedicar tiempo a los demás. “De esta manera – dijo el arzobispo- uno deja de pensar en uno mismo y hace felices a los que lo rodean”.
También, se le preguntó sobre cómo conocer la vocación, momento en que muchos descubrieron una de sus motivaciones de pequeño como torero. Explicó, como después de cuestionarse varias opciones, misionero, profesor y sacerdote, acabó decidiéndose para cura. “Vas descubriendo, si eres fiel a Dios, tu vocación”, explicó.
Alguno de los jóvenes se interesó por si alguna vez había sufrido una crisis de fe, y como lo había superado. “Todos tenemos dudas en un momento u otro”, dijo Mons. Omella, y respondió con desde la experiencia de un obispo que lo sufrió durante ocho años, el que dijo: “aguanta en el infierno de la duda y no desesperes, y encontrarás la luz “.
Se le preguntó sobre temas de actualidad, como “el polémico Padre Nuestro”, en el que Mons. Omella explicó como el silencio había sido la mejor respuesta, aunque hay que ver qué conviene en cada momento. Explicó cómo a veces callar es la mejor respuesta y, que si se quiere hablar siempre hay que hacerlo con respeto.
Recomendaciones literarias
También, dio algunas recomendaciones literarias, que muchos jóvenes se anotaron como: “El Principito”, de Antoine de Saint-Exupéry o “Cinco panes y dos peces” del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyễn Văn Thuan. Ambos, con recomendaciones fundamentales para el camino del buen cristiano.
“No tengais miedo”
Por otra parte, el obispo pidió a todos los jóvenes cristianos citando a Pilar Rahola, que “salgan del armario”. Animó a no tener miedo de hacer caso de lo que les pide Cristo, ya que, “cuanto más pide Cristo, este más ayuda y más crece uno mismo en su interior”, dijo.
Fue un café del domingo saboreado de la mejor manera, en que los jóvenes pudieron hablar con el arzobispo de tú a tú y fotografiarse juntos. Para cada respuesta, se llevaron un buen trago de respuestas para reflexionar. Un Youcat valorado por muchos con un diez.
Trayecto hasta Barcelona
Mons. Omella inició la sesión con una breve presentación sobre los pasos que había hecho a lo largo de su vida, los cuales le habían llevado hasta ser Arzobispo de Barcelona. Comenzó explicando como era su pueblo, Cretas, que entonces era parte de la diócesis de Tortosa, y cómo entró en el seminario en Zaragoza. Más tarde, según explicó, se decidió a ir de misionero a África, y por ello, estudió filosofía en Logroño, y después, en Francia y Bélgica, hasta ir a las misiones del Congo.
Con sólo 24 años Mons. Omella ya era cura. Explicó a los jóvenes, también, que ejerció como profesor de instituto y de cura en varios pueblos, y luego su paso por Zaragoza como vicario i obispo auxiliar. Más tarde, relato, le comunicaron la noticia para ir de obispo a Logroño y, finalmente, a Barcelona. “Llegué -explicaba Mons. Omella- y me anunció: el Papa lo ha nombrado arzobispo de Barcelona. Y respondí: no sé si sabe lo que ha hecho el Santo Padre “.
Preguntas al arzobispo
Mons. Juan José Omella invitó a los jóvenes a preguntarle todo lo que desearan, y seguidamente, tras una breve pausa, la ronda de preguntas comenzó. Algunas más incisivas que otras, pero, la mayoría con respuestas que hicieron reflexionar de diversas maneras a los oyentes del Youcat.
Algunas de las cuestiones giraron en torno a la creencia en Dios, como por ejemplo: “¿cómo estar más cerca de Él?”. El obispo Omella respondió con tres pautas esenciales; rezar, diez o quince minutos cada día; vivir la fe en grupo, compartiendo tus motivaciones y reflexiones; y, en tercer lugar, dedicar tiempo a los demás. “De esta manera – dijo el arzobispo- uno deja de pensar en uno mismo y hace felices a los que lo rodean”.
También, se le preguntó sobre cómo conocer la vocación, momento en que muchos descubrieron una de sus motivaciones de pequeño como torero. Explicó, como después de cuestionarse varias opciones, misionero, profesor y sacerdote, acabó decidiéndose para cura. “Vas descubriendo, si eres fiel a Dios, tu vocación”, explicó.
Alguno de los jóvenes se interesó por si alguna vez había sufrido una crisis de fe, y como lo había superado. “Todos tenemos dudas en un momento u otro”, dijo Mons. Omella, y respondió con desde la experiencia de un obispo que lo sufrió durante ocho años, el que dijo: “aguanta en el infierno de la duda y no desesperes, y encontrarás la luz “.
Se le preguntó sobre temas de actualidad, como “el polémico Padre Nuestro”, en el que Mons. Omella explicó como el silencio había sido la mejor respuesta, aunque hay que ver qué conviene en cada momento. Explicó cómo a veces callar es la mejor respuesta y, que si se quiere hablar siempre hay que hacerlo con respeto.
Recomendaciones literarias
También, dio algunas recomendaciones literarias, que muchos jóvenes se anotaron como: “El Principito”, de Antoine de Saint-Exupéry o “Cinco panes y dos peces” del cardenal vietnamita François-Xavier Nguyễn Văn Thuan. Ambos, con recomendaciones fundamentales para el camino del buen cristiano.
“No tengais miedo”
Por otra parte, el obispo pidió a todos los jóvenes cristianos citando a Pilar Rahola, que “salgan del armario”. Animó a no tener miedo de hacer caso de lo que les pide Cristo, ya que, “cuanto más pide Cristo, este más ayuda y más crece uno mismo en su interior”, dijo.
Fue un café del domingo saboreado de la mejor manera, en que los jóvenes pudieron hablar con el arzobispo de tú a tú y fotografiarse juntos. Para cada respuesta, se llevaron un buen trago de respuestas para reflexionar. Un Youcat valorado por muchos con un diez.
AgenciaSIC
